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Tuesday, October 25, 2050

¡Bienvenidos!

Hola!.

Bienvenidos a Fantasy Bitter mi última creación en base de datos para mis fics.

Aquí encontrarás todos los fics que he hecho y hasta quizá algunos adelantos, planeaciones de fics y demases.

Para poder navegar por los fanfictions, te recomiendo que en el lado izquierdo de este blog, vayas dando clic a la serie que quieres leer, por favor también pido que comenten en mis fics, siempre es bueno saber que es lo que el público desea leer y si tenemos algún fallo como escritoras, mejorarlo y pulirlo hsata desaparecerlo por completo.

¿Por qué decidí hacer esto?

En realidad estaba pensando en cómo y dónde poner todos mis fics fuera de FF.net o de Amor Yaoi, y pues obviamente que tengo mi página personal : Deadly Whispers, sin embargo el codificar un fic es bastante tedioso a menos que le pidas a word que lo codifique y la verdad no me gusta como los deja, así que por flojera quizá y facilidad, he decidido crear este blog con todos mis fics puestos en él.

Comparto todos mis trabajos en un ambiente mucho más cómodo, he intentado buscar tanto el tamaño de letra y colores favorables para que la lectura sea mucho más relajada y menos tediosa, aparte que la página sea de su agrado visual, así que espero que os guste esta nueva invención.

¿Cómo Nació "Fantasy Bitter"?

En realidad nació la idea hace poco tiempo, no tenía ni la menor idea de como publicar todos mis fanfictions en mi página así que pensé y pensé y pensé por mucho tiempo, y nunca se me vino una idea a la bendita cabeza, así que un día, sin pensarlo mucho, me di cuenta de que el blog sería algo mejor y más fácil, todo el blog dedicarlo a solamente mis fics.

Esta idea también vino desde que remodelé mi Live Journal "Algodón de Azúcar", el cual en realidad es mi blog personal donde publico todo lo que hago o lo que me pasa en el día, ya saben el típico diario personal en la red ^^.

¿De dónde nació el título?

Bueno, el titulo de Fantasy Bitter se compone de dos nombres góticos:

Fantasy proviene de Liquid Fantasy que es el nombre gótico de "Jade de Aries, una creación mía y de Selene, para un RPG de Saint Seiya con amazonas, obviamente es la Matriarca, el equicalente a Shion.

Bitter proviene de Bitter Beauty que es el equivalente gótico de mi nombre en diminutivo Dany.

Traducido literalmente sería algo como : Amarga Fantasía, y su significado emocional, es que podemos mezclarnos en el mundo de la Fantasía pero aveces la fantasía es mucho más cruel a nuestras realidades, ya que en las historias que creamos, siempre reflejamos muchas cosas de nuestras vidas diarias, es por eso que aunque sea una historia meramente de amor, siempre trae detrás de si algún tipo de amargura.

Posted by Algodón de Azucar @ 8:34 AM
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Wednesday, November 14, 2007

Deja de Llover

Titulo : Deja de llover
Título del Capitulo : Único
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Saga y Shaka
Status : Completo
Número de Palabras : 671
Advertencia : Romántico

El templo de Virgo... sexta casa del zodiaco... imponente... misteriosa... como su guardian... el que se dice que es la reencarnación de Buda, un semidios... pero al fin y al cabo... un humano... que siente... que llora... que... se enamora...

Unas piedras preciosas de color celeste... brillando entre abiertas... por un par de parpados que no les deja mucho campo de vision ... masque ... un pequeño ventanal que da hacia las casas que estan debajo de este templo... mas... las demas casas no le importan... solo una... la Casa de Géminis...

- Saga...- un pequeño susurro .... una voz aterciopelada... que apenas si se distingia... apenas... si... podía sacar de su boca... sonidos...

Un minuto más es una eternidad pasa lento como un año,
pues sin ti el tiempo me hace daño.
Aún no sale el sol y esta habitación huele a monotonía,
por las horas sin tu compañía



dejo que su mente divagara... recordando cada facción de su geminiano amado... se la podria pasar observando todo el dia... y mas ... toda la noche... sus hermosas esmeraldas... su suave cabello... su esbelta figura... dioses... como se habia enamorado el guardian de la sexta cada de el geminiano...

Se alejo de el ventanal... para sentarse en su cama... pasando su mano por las sabanas... y después dejarse caer de espaldas... derramando su hermoso cabello por toda la cama... suspiro y abrió los ojos... se notaban tristes... soñadores... y enamorados...

Con tu luz se llena mi vida alimentas mi religión
dia a dia...

Todo lo que necesito, tus labios lo entienden mejor.
Junto a ti descubro el camino, junto a ti descansa y el
cielo deja de llover.



Cerro sus ojos... después de suspirar como la quinientamilesima vez... se levanto... perdio completamente la noción del tiempo... ¿cuánto habia pasado..?... horas... por que ahora ya era de noche ... la luna en lo alto de el cielo... cuidaba las doce casas... y... era su fiel amiga y confidente... nuca... nunca... se habia atrevido a decirle a Saga... cuanto lo amaba... ¿cómo... el caballero mas cercano a un dios... va a decirle a otro compañero... que lo amaba?... definitivamente... nada que ver...

Paso la ultima revisión... la normal de la noche por su templo... regreso a su habitación... sola y vacia como siempre... se sento en el colchon... dejándose caer de nuevo en el... como hace algunas horas atrás... pensando... en Saga... su amor callado... y piensa shaka que sera una noche como las de siempre... pero...

Otro dia más que mi corazón le da vuelta al calendario.
Ya ves que el amor se vive a diario, y por convicción doy todo.
Por ti, no te pido nada a cambio, mas que tu te pierdas en mis brazos.



Una prescencia extraña... bueno... no tan extraña... hizo que el caballero de Virgo estrepitosamente abriera los ojos... su corazon comenzo a latir de una manera estruendosa... parecía que entre las paredes del templo... se escuchaban sus latidos ... se aventuro a la explanada de su templo... y ahí... frente a el... elegante e imponente... ahí... estaba su amor secreto... ¿sonriéndole? ... Shaka brio los ojos soprendido... y ante este acto... Saga sonrió mas...

- Sa-saga...
- Hola Shaka... buenas noches...
- ....

Shaka ya no pudo hablar... Saga con pasos lentos... se acercaba a el... Shaka... comenzo a respirar agitadamente... el simple hecho de tenerlo frente a el... y ahora...

Saga... rodeo por la cintura al rubio atrayéndolo... y fundiendo sus labios a los de el... Shaka... se quedo inmóvil ... su... su sueño hecho realidad... se sintio enteramente feliz... y correspondio el beso para la sorpresa del geminiano... quien con los ojos abiertos... lo vio...

- Sha-shaka...
- Shhhh.... te amo Saga...
- Yo... yo a ti... Shaka...

Sus labios se volviaron a findir con gran pasión y ternura... esa noche seria diferente... dormiria en brazos... de quien mas amaba... y ... estaba... ahora si... completamente feliz...

Tu mirar mi fe mi armonía, guías cada paso que doy
dia a dia...

Posted by Algodón de Azucar @ 3:16 PM
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Como Duele

Titulo : Como Duele
Título del Capitulo : Único
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Camus y Milo
Status : Completo
Número de Palabras : 2,170
Advertencia : Romántico

Como duele hoy tu aunsencia
como mata este dolor
como elimina mi existencia
como termina con mi razón....



Aqui estoy de nuevo, esperando a que regreses, que entres por esa puerta con tu sonrisa conica, tu mirada coqueta, con tu cuerpo de tentación, mas se muy bien que no volveras, en otros brazos has de quedarte, en otro perfume te embriagaras y gritaras su nombre como gritabas el mio cuando me hacias el amor...

Milo... mo ponsoñozo escorpion... como bien me decian los demas dorados... "Nunca se quedara en una sola cama... ni entre las mismas sabanas cada noche descansara... entiendelo Camus... el no es tuyo... el es de todos..." no queria creerles, no queria que fuera verdad... mas todas tus infidelidades confirmaron esa realidad...

Como duele el perderte
como duele el no verte
como ansio que regreses
como extraño tu locura
como me duele verte en la Luna...



Una noche de Luna llena, brillando con melancolia, parecia que intentaba consolar a este triste corazón que estaba muriendo con dolor de la manea mas horrible ... completamente solo...

¿Donde stas Milo..? ¿entre que brazos estas esta noche...? ¿quien es tu presa hoy de tus encantos?.... ¿a quien destrizaras con tus garras en esta velada?...

Unos ojos voltearon hacia el astro luminoso que brillaba con tristeza, coloco su fria y palida mano sobre el cristal del ventanal que se levantaba frente a el, la deslizo lentamente hacia abajo mientras su mirada triste la seguia hasta despegarse del cristal, cerro sus ojos fuertemente dejando caer una lagrima solitaria para despues caer de rodillas golpeando con sus puños el suelo ...

MILOOOOO!!!!!

Como duele perderte entre las sombras
como me destroza verte con otras personas
vuelve a mi lado amor de mis amores
vuelve a darme ... todo eso que das en otros colchones...



Una tormenta comenzo a azotar el Santuario... parecia que el llando de Camus era acompañado por el llanto de la lluvia... era terrible ver el alma en pena de el que se decia mas frio del santuario... extrañaba de mas al que fuese su amante... si... Camus tb era de esos que se perdia en una cama diferente cada noche... mas siempre volvia a Milo... y viceversa... pero habian pasado ya meses desde que Milo ni se asomaba por el templo de Acuario... Camus ya no soportaba los celos de saber que estaba con alguien mas esa noche...

Regresa Milo... regresa a mi como siempre lo hacias... como siempre venias aburrido de otras camas... venias a la mia para descansar... y en verdad amar... o acaso... ¿jamas me amaste como yo a ti?... acaso no valia para ti...?... era un amante mas en tu lista maldito escorpion?...

Se levanto furioso... aun con lagrimas en los ojos... y golpeo el cristal con n solo puñetazo... lo hizo trizas e hizo que sangrara su mano abundantemente... mas no le importo... se recargo de la pared y se deslizo hacia el piso llorando... paso las horas pronunciando el nombre de Milo... despues se levanto para aventarse a la cama... manchando de sangre la sabana... dejando que el sueño y el cansancio de haber llorado tanto... cerrando los ojos...

Pasaron las horas y el señor Apolo llego dando la bienvenida a un dia mas... un dia mas que para Camus ... significaria que muera a cada instante... un dia mas de soledad...un dia mas que extrañara mas a Milo...

Posted by Algodón de Azucar @ 3:14 PM
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Cartas 3

Titulo : Cartas
Título del Capitulo : Nosotros
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Eo de Silla y Baian de Caballo de Mar
Status : Completo
Número de Palabras : 2,129
Advertencia : Romántico

Habían pasado ya semanas desde que se había largado del Santuario Marino, y todo había sido en vano... nada había sido suficiente como para poder olvidar a Bian de Caballo de Mar, sus ojos se reflejaban en cualquier cosa, y al ver simplemente a dos amantes, a una pareja de novios besándose cerca de él, le recordaba la amarga escena en donde vio por ultima vez a su amado Caballo de mar...

Suspiró con pesadez mientras caminaba por los corales para dirigirse a su pilar, cuando de pronto sintió que alguien se acercaba a él por detrás... así que se detuvo y volteó sobre su hombro, con esa sonrisa burlona y sarcástica dibujada en sus labios... para encontrarse con algo extraño...

Unos ojos fresa salvaje y unas esmeraldas le venían siguiendo, así que simplemente se giro completamente para quedar frete a ellos, enfrentar a Kanon era un reto hacia su corazón y sentimientos, no quería pelear, y no lo haría... no con Kanon...

- Era tiempo que volvieras Scylla... – dijo el Comandante con la voz fría, aunque algo cambiada, algo había en la voz de Kanon que le dejo algo asombrado...
- Bienvenido a casa Eo... –dijo un sonriente Sorrento que se acercó a saludarlo, más Eo, se dio cuenta de algo... Kanon y Sorrento venían tomados de la mano, algo que inquietó a Eo...

Sonrreto afirmo sus sospechas cuando Kanon le jaló suavemente y este obedeció acercándose para apoyarse en su hombro, Kanon sonrió con calma... no parecía hacer nada anormal, era una sonrisa tan diferente cuando estaba con Baian... ¿ a qué jugaba el Dragón de Mar?... ¿acaso su meta era acostarse con todos los Generales Marinos?... Eo no seria parte de su lista, así que frunció el ceño...

Sorrento sonrió...,

- Creo que... –
- Shhhh ... no digas nada Sorrento.... no es tiempo... –le susurró Kanon callándolo, Eo se quedo más que despistado, con una ceja alzada mirando hacia la pareja que se alejaba, demasiado melosa para su gusto... bufó... cuando escucho a Kanon a lo lejos
- Esa cara de frustrado y desconcertado te va muy bien Eo. Jajajajajaja –
- Pero la cara que te dejaré si hiciste llorar a Baian te quedará mucho mejor... –dijo entre gruñidos...

había que ser sinceros, extrañaba enojarse de esa manera, y al seguir caminando hacia su pilar sonrió...

Se detuvo unos momentos después, cuando miró hacia su costado, pudo observar majestuosamente como se levantaba el pilar del Pacífico del Norte, donde Baian seguramente estaba descansado, por que no sentía su cosmos por ningún lado... suspiró frustrado, quería verlo... ansiaba verlo después de tanto tiempo que se mantuvo alejado de él...

Llegando a la conclusión de que jamás lo podría olvidar... Baian se metió en su corazón de una milagrosa manera, haciéndolo sufrir y gozar en la misma intensidad cada sentimiento que descubría lejos de él...

Este viaje, cuyo objetivo era olvidar al Caballo de Mar, solo dio un resultado... la conclusión de Eo, que no podría escapar al amor, huyendo de esa manera... es más, jamás huiría de nuevo del amor, amaría a Baian, como solo él lo sabia hacer... no había vuelta atrás...

Suspiró y continuó acercándose directamente a su pilar... deteniéndose una vez más al iniciar la escalinata hacia su pilar, y volteó a verlo, sumamente enemistado por el poderío que emanaba su pilar, sonrió suavemente, extrañaba portar sus escamas, extrañaba su cama, extrañaba pelear con Kanon a miradas, extrañaba sonreír con Sorrento...

.... extrañaba a Baian..

Se reprendió mentalmente, ya que no terminaba por aceptar que Baian ocupara la mayor parte de sus pensamientos, y desde que se fue no cambió, si no que cada día pensaba más y más en él, hasta que llegó el día en que no salía de su cabeza para nada... era todo Baian en su mente, cosa que no dejaba pensar con claridad, así que fue como decidió regresar al Santuario Marino...

Bajó la mirada lentamente y comenzó a subir escalón por escalón, sintiendo como su pecho se revolvía por dentro al sentir que volvía a su territorio, a su verdadero y único hogar, donde estaba el amor de su vida... donde estaba su vida entera... donde estaba todo el verdadero Eo de Scylla.

Cuando llegó a la puerta de su parte secreta del Pilar, tomo el picaporte, y algo le dijo dentro de él, que debía hacerlo rápido, pero, por su mero orgullo, quiso disfrutar su orgullo, así que la abrió lentamente y al sentir una brisa fría dentro de su pilar, recordó que estaba solo en ese pilar.

Suspiró y caminó primero a su despacho, para entrar a ver que todo estuviera en orden, cosa que así fue... más algo le sorprendió, encontrar una carta escrita a puño y letra de nadamás y nadamenos que Baian...

Recogió el trozo de papel y lo comenzó a leer lentamente, y aunque al principio quiso romper la carta, hacerla añicos... simplemente el comenzar a leer las líneas siguientes, hicieron que soltara la maleta de su mano y de paso tomara con ambas manos la carta, estirándola frente a sus ojos abiertos a más no poder...

Suspiro tras suspiro... y recuerdo, unos ojos brillando con picardía, con un brillo de travesura que a veces me sacaba de quicio, y otras más me arrancaba una sonrisa divertida por su comportamiento tan infantil...

Sin quererlo, ya estoy sonriendo... su sonrisa de ironía que a veces me frustraba, por que parecía que se burlaba de mi, y ahora que lo pienso, Eo debía saber lo que Kanon escondía...


No quería creer que Baian pensara en él, en estos momentos tan... tristes... sonrió con ternura, y suspiró dejando la carta donde estaba, quizá Baian vendría por ella después, después de eso... se quedo pensando...

- Lo que Kanon escondía... – dijo pensativo... después recordó al escena de Sorrento y Kanon... frunció el ceño, quizás Sorrento ahora era la presa de Kanon, para intentar sacarse a su hermano del pecho...

No le gustaba nada la idea, al fin y al cabo Sorrento siempre estuvo con el cuando se sentía sumamente deprimido, cuando Baian le rechazaba con la simple mirada, pero la sonrisa en su rostro volvió a aparecer, cuando recordó que el Caballo de Mar, se acordaba de él, cuando no estaba...

Era un comienzo... que pensara en él...

Después recogió su maleta de sus pies y se aventuró a salir de su despacho para ir a su recamara, la cual encontró extrañamente abierta... así que con mucha precaución abrió la recamara para dejar la maleta con cuidado en el suelo, sin hacer el menor ruido... y se acercó a la cama, donde entre las sombras de la oscuridad, podía ver una silueta recostada hecha un ovillo... abrazándose a una de las almohadas...

Imaginó que sería Isaac, o Kasa que quería gastarle una broma, pero al acercarse más y más, la poca luz de Luna que se colaba por entre la ventana y las cortinas, dejó ver el rostro del intruso durmiente en su cama...

Era Baian...

Sé quedó atónito, acaso lo extrañaba tanto, de la manera en que vino hasta su Pilar a esperarlo?... no, no debió ser eso, se negó así mismo para después pensar en que solo era una broma de Kasa... así que suspiro resignado, al parecer el intruso estaba sumamente dormido, y aunque el estuviera cansado... se fue al despacho de nuevo, cerrando la puerta en el proceso...

Baian, entre sueños escucho la puerta cerrarse en la recamara, así que se levantó presuroso... se asustó con el simple hecho de que alguien le hubiese visto aquí, seguramente Eo, se molestaría tanto de saber que irrumpió en sus aposentos sin su previa autorización, así que salió en busca del causante del ruido de la puerta...

Caminó para encontrarse el despacho de Eo, abierto, así que se acercó a entrar, empujando suavemente la puerta, asomando apenas su rostro, vio como el sillón se balanceaba de un lado a otro frente a la ventana, seguramente ahí estaría el intruso al Pilar de Scylla, frunció el ceño y se acercó... pero se quedo quieto cuando el sillón se giró para verle...

Los ojos del Chileno se clavaron en su cuerpo... sus manos permanecían sostenidas por sus codos, con los dedos entrelazados en su estomago... su semblante era serio, pero después cambió a una sonrisa irónica, la misma sonrisa que siempre tenia en los labios...

Baian se asustó de cierta manera... y después suspiró calmado... para enfrentar a los ojos de Eo...

- ¿Qué haces en mi Pilar? – dijo por fin Eo, rompiendo el silencio, quería saber si era Baian, el solo escuchar su voz sabría si era Kasa o el verdadero Baian...
- .... – no contestó al instante, lo que Eo le hizo dudar más y más que fuese el verdadero Baian... hasta que... habló...
- Venia a ver si... cuando regresabas... – la voz suave de Baian hizo que todas la fibras del ser del General marino de Scylla se estremecieran en lo más hondo...

Baian no lo notó, pero la sonrisa de Eo, ahora era tierna y suave, Eo, se levantó del sillón para acercarse a Baian y quedar a unos dos pasos de él, Baian no perdía detalle de los ojos de Scylla que aun estaban clavados en los suyos propios.

La cercanía de ambos, hace que en ellos se desatara una suma de sensaciones extrañas en cada uno, no se atrevían a romper el silencio ni a eliminar la distancia de ambos, pero tampoco querían separarse... hasta que Eo, tomo la iniciativa, y con la mano temblorosa, alcanzó sin mucho esperar, el brazo de Baian, quien solo le sonrió suavemente y se terminó por abrazar a Eo por el cuello...

La reacción de Eo, fue instantánea, ya que rodeo por la cintura a su compañero... y enterró su rostro en el cuello de Baian, quien estaba sonriente abrazando a Eo, sin intenciones de soltarlo... de pronto, el Caballo de Mar sintió un beso suave en su cuello, el cual le hizo estremecer por completo...

Y en respuesta, ladeo su rostro suavemente dejando espacio libre a un Eo indeciso y sorprendido... pero aun así comenzó a dejar más besos por la piel del cuello de Baian, quien cerro los ojos en señal de placer... y las manos del Caballo de Mar comenzaron a bajar por la espalda de Scylla, para acariciar lentamente... dando a entender que los besos le gustaban, que no se detuviera...

Eo apretó un poco más el agarre de la cintura de Baian, sin llegar a lastimarlo, Baian dejo salir un gemido de agradecimiento contra el oído de Eo, el cual tembló entre los brazos del Caballo de Mar, ya que las sensaciones eran demasiado fuertes, como para contenerse...

De pronto ahora el que besaba la suave piel del cuello de Eo, era Baian, quien después de dudarlo un poco, comenzó a depositar una serie de besos en su cuello, haciendo que Eo, dejara escapar una exclamación de placer, mientras Baian caminaba en dirección de su garganta...

Eran sensaciones nuevas, sensaciones que no había experimentado, ni aun estando con Kanon, Eo era tan tierno, le acariciaba con tal delicadeza y ternura la espalda y la baja espalda, que en ese momento se dio cuenta de algo...

El también añoraba los besos de Scylla... el también le deseaba junto a el...

... el... también... le amaba...

Los besos de Baian subieron por la garganta de Eo para encontrarse con el mentón de este y morderlo tan suave que no parecía mordida, después subió lentamente para encontrarse con los labios semiabiertos de Scylla, entreabrió los ojos para encontrarse con los de Eo en las mismas condiciones...

El suave roce de los labios de ambos, hizo que la hoguera automáticamente se encendiera, dando paso a un beso en el cual ambos entregaban la vida, dándosela a cambio de la vida que recibían, mutuamente estaban amando, y siendo amados de la misma manera.

El beso era demandante, amorosos, apasionado, suave, gentil, tierno... lleno de mil y un sensaciones que los dos chicos jamás se hubieran imaginado, jamás hubieran pensando que sentirían estando cerca del otro...

Cuando el contacto se rompió... Eo miró a los ojos a Baian quien sonreia muy suavemente... y después de robarle otro beso lento y fugaz... sonrió también con esa misma ternura...

- Te amo Baian... –susurró lento y suave contra los labios del otro... esperando de alguna manera ansiosa una repuesta que no tardo en llegar...
- Y yo a ti... Eo... – dijo en el mismo tono... para acercarse a demandar el mismo aliento de el otro, dejando el suyo propio en la boca del que acababa de darse cuenta, que amaba desmedidamente... y que el romance con Kanon, solo fue la mascareta para ocultar este sentimiento que le atemorizaba...

Posted by Algodón de Azucar @ 2:48 PM
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Cartas

Titulo : Cartas
Título del Capitulo : Baian
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Eo de Silla y Baian de Caballo de Mar
Status : Completo
Número de Palabras : 2,214
Advertencia : Romántico

Hoy, he aprendido que Kanon no es lo que aparenta ser... que Kanon solo me usaba para satisfacerse el mismo y olvidar a su hermano... olvidar que el tiene más que admiración y amor fraternal por su hermano gemelo, el caballero de Géminis...

Me sentí tan mal al saber la verdad, al escuchar que entre sueños, lo mencionaba y me al abrazarme me susurraba su nombre, u al intentar recordar la noche que pasamos untos, me di cuenta de que en cada gemido que dejaba escapar su garganta, no era mi nombre el que clamaba... era el de él...

Saga de Géminis...

En ese momento me safé de su agarre, cuando le pedí una explicación, fue tan... tan cínico al decirme que si... que al que amaba era a Saga, y que yo solo era un refugio cuando Saga no estaba disponible para complacer los bajos instintos del gemelo menor... me sentí humillado... pisoteado...

Con el corazón arrancado y hecho añicos... cual frágil de cristal...

En ese momento salí de su pilar en donde nos encontrábamos, y Kanon ni se digno a seguirme, sabia lo que hacia, sabia que yo le proclamaba un gran amor que no-tenia limite y que a él... simplemente no le importó.

Siento que mis ojos arden de las lagrimas... siento como mi corazón se oprime y como me voy cayendo en el abismo de la depresión... mis suspiros son entrecortados por el llanto y quisiera emborracharme hasta olvidar, sacar de mi mente y de mi corazón cada caricia que Kanon me dio, dejar de sentir como el sigue aquí...

Como quisiera olvidarlo.....

Suspiro tras suspiro... y recuerdo, unos ojos brillando con picardía, con un brillo de travesura que a veces me sacaba de quicio, y otras más me arrancaba una sonrisa divertida por su comportamiento tan infantil...

Sin quererlo, ya estoy sonriendo... su sonrisa de ironía que a veces me frustraba, por que parecía que se burlaba de mí, y ahora que lo pienso, Eo debía saber lo que Kanon escondía, talvez por eso, se comportaba así cuando me veía cerca del Griego de ojos verdes...

De nuevo este sentimiento de melancolía me apresa... de nuevo siento como, su sonrisa encantadora, sus ojos perspicaces, sus facciones tan casi perfectas, vienen a mi mente y me hacen sentirme un completo tonto, enajenado a él... a su ser...

Como me gustaría que dentro de mi corazón dejara de estar Kanon, Kanon y solo Kanon...



Baian dejó la pluma en el escritorio y se recargo en la silla para poner una mano en su frente y la otra descansaba en su bien formado abdomen...

No sabia cuanto había pasado, pero ya eran semanas desde que Eo, se había marchado del templo marino sin dar explicación alguna, Sorrento solo le comentó que se había ido para olvidar.... pero la duda le picaba de vez en vez cada que pensaba en el Chileno de ojos rosas, sonrió suavemente cuando recordó el día en el que Kanon se burló de su único color de cabellera... ese día Kanon mordió el polvo más de una vez...

Suspiró suavemente...

- Eo, Eo... donde estás?.. – dijo suavemente mirando hacia la ventana de enfrente de su escritorio, la cual mostraba exactamente – coincididamente- con el Pilar del Pacifico Sur.

Suspiró de nuevo y se recargo con sus codos en la mesa, para entrelazar sus dedos a la altura de su boca... y mirando hacia el pilar, se sintió extrañamente vacío al recordar que Eo no estaba debajo de las aguas del mar como todos los demás generales estaban... solo Eo de Scylla faltaba...

Se levantó de su asiento para caminar hacia la ventana y mirando hacia el pilar sonrió... no sabia él por que pero le encantaba estar cerca del Chileno de ojos juguetones y sonrisa irónica, talvez por que le hacia sentir bien, por que le hacia sonreír...


... y eso hacia que lo extrañara...

... o quizá... no era solo eso...

sintió una presión en el pecho, y la necesidad de salir en dirección de ese pilar, dejando el suyo propio, como pocas veces lo hacia, y esas pocas veces era para entrar enajenado en la cama del gemelo menor...

Frunció el ceño y cuando estuvo depuesto a salir del estudio, caminar el pasillo que le llevaría a la puerta, se detuvo a un lado del escritorio y miró la hija de papel con la pluma encima de esta... reconoció su letra y sonrió... tomo dicho trozo de papel y la pluma entre sus manos, las acaricio y salió de ahí cerrando suavemente su despacho...

Caminó el amplio pasillo hacia la puerta, cuando poso su mano en la perilla de la puerta, suspiró, pensando, si a Eo le gustaría la idea que él fuese a su Pilar al no encontrarse en casa.

Estuvo por desistir, pero algo dentro de el, le gritaba que no se preocupara, que fuese al pilar vecino... al pilar que le ayudaba a el suyo a sostener el gran océano del Pacífico.

Suspiró de nuevo y salió de su pilar en dirección al de Eo, caminando entre los corales, recordaba cada una de las travesuras que Eo le hacia a el y a Kanon cuando estaban juntos... y se volvía a preguntar como tantas veces... el por que Eo hacia semejantes cosas...

Talvez algún día se enteraría, talvez alguna vez Eo le diría el por que disfrutaba haciendo enojar al Comandante de Dragón marino, y de paso a él mismo... y sin darse cuenta cuando, llegó a las escaleras del Pilar...

Se detuvo para ver hacia arriba, y contemplo majestuoso el pilar... después bajó su mirada para comenzar a subir las escaleras que lo llevaban a la parte privada del Pilar.

Baian, sin mucho esfuerzo entro al pilar de Eo, todo estaba reluciente, aunque con una ligera capa de polvo en cada mueble, pero era lógico, Eo tenia semanas de no haber vuelto, eso le preocupaba de cierta manera. Suspiró entrando hacia el despacho del General de Scylla, y por respeto, no revisó las cosas que estaban encima del escritorio de caoba, simplemente se sentó en el sillón confortable...

Al estar sentado, se le vinieron a él, las memorias, recuerdos... el cómo se habían conocido el Chileno y el mismo, sonrió cuando recordó a aquel Chileno tímido que se sonrojaba a cada acción de ternura hacia el chico de pelos rosas, le encantaba recordar el cómo aquel chico era en tiempos anteriores... y se dio cuenta... que le dolía la manera de ser de Eo en estos momentos.

Después se levantó de ahí, dejando la hija y la pluma sobre el escritorio, quería conocer a Eo, quería saber que fue lo que le hizo cambiar tanto en tan poco tiempo... así que comenzó a caminar, cada pilar aunque parecidos por fuera, eran tan diferentes. Baian lucho mucho para encontrar la habitación del pelirosa, y al encontrarse con la ventana abierta, se acercó a cerrarla con lentitud, no tenia prisa, no sabia el por que pero le gustaba estar ahí...

Era una sensación que ni con Kanon había vivido, eso le estremecía, eso le erizaba la piel y de cierta manera lo asustaba... después se sentó en la confortable cama de Eo, una cama matrimonial de dos plazas pulcramente vestida con un par de sabanas rojas carmesí, con decorados blancos, deduciendo, ese seguramente era el color favorito del General de Scylla.

Después se dejo caer en la cama, y sintió como el aroma de Eo, estaba impregnado en toda la cama, y sonrió, al sentirse abrazado por ese embriagante olor que era el que desprendía la cama de su compañero de armas... sonrió satisfecho, y de pronto, tuvo la sensación de que los brazos fuertes de Eo lo abrazaban con una ternura que jamás se hubiese imaginado en él...

Baian se quedo enajenado en esa sensación, no quería salir de ella, olvidándose de todo lo que había en ese momento fuera y dentro de su mudo, solo estaban Eo y él... se imagino lo suave que seria la piel del Chileno, también sintió como si los delicados y finos labios del chico pelirosa se posaban sobre los suyos... suspiro...

- Te extraño.. –susurró sin querer... y abrió los ojos suavemente, se acababa de dar cuenta de algo... extrañaba de una manera extraña a Eo... era algo que no había sentido antes, algo que le llenaba de desconcierto, queriendo saber del Chileno lo más rápido posible, más... al levantarse de la cama, vio la cómoda al lado de la cama, y la curiosidad le llevo a abrir el cajón, encontrando un sobre muy bien adornado con el sello de Scylla y al voltear a ver el remitente... se sorprendió...

Para: Baian de Caballo de Mar

“..... la guerra del amor de mi vida... “



Se quedo atónito al ver aquella nota detrás del sobre, y no dudo en ningún momento en abrir el sobre, teniendo el sumo cuidado de que no se maltratara el sello de Scylla, al abrir el sobre, se encontró con un par de hojas blancas que estaban bien dobladas dentro del sobre.

Sacó las hojas con suavidad y dejo el sobre a un lado de la cama para desdoblar lentamente las hojas, su pulso palpitaba lentamente... después aceleró de emoción, una emoción que no entendía... hasta que... leyó algo que le dejo casi de piedra...

A veces me reprendo a mi mismo de solicitar tan demandante una mirada tuya, y recurrir a los planes más bajos en los que he caído con el simple hecho de que sé que de alguna forma me miraras, aunque sea con esa mirada fría y arrogante hacia mis acciones y yo...

... y yo simplemente te regalo una sonrisa burlona y una mirada picara, como un niño que ha hecho una gran travesura.... y ha salido muy bien esa pequeña travesura.



Baian sintió en el mundo se le caía encima, y sonrió con lagrimas traicioneras en los ojos... después de cerrar un poco los ojos y acercar la suave superficie de papel a sus labios, la separó para seguir leyendo con tal calma, que quería grabarse cada palabra de esa carta... cada... letra...

Suspiró, estaba cerca del final de la carta, y le temblaban las manos a cada que leía más... y suspiró con fuerza... después miró por la ventana y miró su pilar.. se dio cuenta de que Eo, le podía ver desde su habitación, y sonrió con agrado... Eo era una caja de Pandora para él, y este nuevo descubrimiento le hacia dudar más y más que Eo haya cambiado por querer hacerlo realmente...

Y el sentimiento de culpabilidad le invadió...

Negó con la cabeza para bajar a ver el siguiente contenido de la carta... poco a poco, cada párrafo se iba convenciendo, de que Eo, pera él era algo más que un simple compañero de armas, se daba cuenta del por que cada que Eo estaba cerca de Kanon y de él, cuando estaban juntos estos últimos dos, Bian se comportaba extrañamente más cariñoso de lo normal con Kanon, y el Dragón de Mar lo había intuido...

Más cuando Kanon le reclamo eso, Baian negó rotundamente algún tipo de romance con Eo, y ahora... se daba cuenta que ... era para llamar la atención del Chileno, cosa que lograba, pero, no de la forma que deseaba... no en la que quería en realidad...

Cada palabra de las finales anotaciones del Chileno en esa carta, le estaban rompiendo el corazón, en especial, ciertas líneas que repitió varias veces...


Pero el pensar... que ni siquiera te acordarás de mi... me estremece de tristeza... me hace sentirme tan débil que no sé si seré capaz de dejar mi pilar, sin que al partir te voltee a ver, y con una sola mirada tuya, sea cual fuere el tipo de mirada que me regales, sé que no me resistiré más... y correré hacia ti, diciéndote la verdad... entregándome a este amor obsesivo por ti..

....

.....

Pero el pensar... que ni siquiera te acordarás de mi...



En ese momento frunció en ceño notoriamente y arrugo su nariz... su rostro se contrajo, y apretó la sabana que tenia agarrada desde hace tiempo, cuando cambió de hoja, a la cama... y apretó furiosamente...

- ¿Cómo... como piensas eso?... Eo... Te extraño... –dijo en un susurro, las palabras ya no le dejaban ver bien la carta, así que soltó su agarré en la cama y se limpió las lagrimas... y...

Al ver el final de la carta, sintió que si corazón se estrujaba...

Pero no, mi orgullo es más grande que eso, sé que lo soportaré... y me iré tan lejos, que no me encontrarás, no quiero volverte a ver, mientras te siga amando de esta forma tan ciega...


Te amo Baian...

Eo de Scylla



Simplemente ver plasmado su nombre por enésima vez en esa carta, ver con que amor y dolor escribía las ultimas palabras de esa carta... Baian entendió por fin el por que de tanta farsa... y dejando caer las lagrimas cuales ríos salvajes por sus mejillas... arrugo la carta apretándola a su pecho...

- Eo... Eo... vuelve... – dijo cayendo en la cama del Chileno, la cual intento recibirlo lo más cómodamente posible, pero había que ser sinceros... no había nada que hiciera que Baian se sintiera mejor... nada....

Posted by Algodón de Azucar @ 2:45 PM
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Cartas 1

Titulo : Cartas
Título del Capitulo : Eo
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Eo de Silla y Baian de Caballo de Mar
Status : Completo
Número de Palabras : 1,690
Advertencia : Romántico

Escribo estas líneas para intentar decirte lo que significa cada mirada, gruñido o mala palabra que sale de mi parte, y aunque no lo notes, cada uno de estos pequeños gestos y detalles, están impregnados con el sentimiento más escondido dentro de mi corazón... pero sé que jamás te darás cuenta de ello.

Sé que tu y yo jamás hemos sido los grandes y mejores amigos que deberíamos ser, y sabes? Eso de cierta forma me agrada y de otra me duele... tus comentarios a mis espaldas, tus frías y cortantes miradas que a veces están llenas de rencor, son las que me hacen agradecer que entre nosotros no exista ni la menor pizca de amistad... más cuando sonríes de esa única forma en la que solo tu puedes hacerlo, odio... a aquel a quien diriges esa dulce mirada, detesto a quien es el receptor de tu hermosa sonrisa...

De esos pequeños detalles...

Tú sabes bien a quien me refiero, no creo que sea necesario nombrar a ese, que de una manera tan extrañamente hipócrita me quita la poca atención que me das, y a veces, cuando miras con recelo mi comportamiento hacia aquel, simplemente te miró, con esa sonrisa irónica, por que sé que con esa acción he ganado un poco de tu atención, aunque sea una mirada llena de desprecio.

A veces me reprendo a mí mismo de solicitar tan demandante una mirada tuya, y recurrir a los planes más bajos en los que he caído con el simple hecho de que sé que de alguna forma me miraras, aunque sea con esa mirada fría y arrogante hacia mis acciones y yo...

... y yo simplemente te regalo una sonrisa burlona y una mirada picara, como un niño que ha hecho una gran travesura... y ha salido muy bien esa pequeña travesura.

No sé si a veces me entiendes, o solo finges hacerlo, dándome a entender que con tu mirada podría haber la pizca de correspondencia a mis sufridos sentimientos que he aprendido a guardar detrás de la mascara de ironía, bajo ese manto de poca importancia hacia lo que hagas o dejes de hacer... más sé perfectamente que cada uno de tus movimientos son los que marcan cada uno de mis pensamientos, y por ende, mis acciones...

No sé que diablos pasó, ya que no debería sentir como este sentimiento me va comiendo por dentro, como al verte simplemente acercarte a aquel que no quiero ni recordar, siento como los celos salen de mi interior para acercarse a ustedes y separarlos, de una o de otra manera... no me importa si aquel deduzca algo en mi mirar, por que sé que él lo ha descubierto, más me importa poco...

Muy poco...

No sé ni como explicármelo a mí mismo, no sé ni como aceptar esto que desde hace tiempo llevo por dentro, y he ocultado bajo mil y un caras, un enamoramiento abstracto y tonto hacia alguien que sinceramente ni quiero ver, pero es la forma de maquillar un poco mis acciones y mis celos cuando te veo cerca de alguien...

Pero, no sé ya como contenerme, no sé como ya hacer para deshacerme de esto que siento, dime como?... ¿qué es lo que debo hacer para no amarte de esta manera tan incorrecta?... y de paso, deshacerme de mi orgullo que es el que no me deja acercarme a ti diciéndote lo que siento en realidad, y lo único que hago al acercarme a ti, es hacerte enojar, mirar en tus ojos como me dedicas tu más grande odio... rencor... al alejarte de esa persona que amas...

A ese... que sin quererlo conquistó su corazón...

Yo lo conozco, sé que no te ama como dice hacerlo, que cada detalle que te envía, solo es por agradecimiento a lo que tu le has dado, pero claro, jamás te darás cuenta... nunca te darás cuenta... y como hacerlo, si estas tontamente enamorado de él, como yo lo estoy de ti, y a veces mis celos me ciegan para cometer tonterías que me dejan vulnerable ante tu mirada de odio... y yo solo he aprendido a que no se note lo mucho que me duele el que me mires así, lanzándote una sonrisa burlona, y así transmitirte que solo es un dulce juego para mi...

.. que nada me importa... que no siento nada...

...... pero la verdad........... es tan diferente......

Me pregunto... ¿por qué escribo todo esto, si sé que jamás encontrarás esta carta tan absurda, estas líneas que jamás me atreveré a entregarte, por que lo hago simplemente?... no sé, solo es otro de mis arranques tontos de celos, por que acabo de entrar a mi habitación azotando la puerta... la razón...

Te vi besándote con él...

Simplemente fue más de lo que pude haber aguantado, no pude soportar, y Sorrento, el que venia conmigo simplemente me dejo salir de ahí... me dejo huir como el cobarde que soy al esconderme cada que te veo tan cerca de él...

¿Qué tiene Kanon que no tenga yo?.... que es Baian?... que?...



De pronto, alguien llamo a la puerta de su habitación, el pelirosa resoplo, y dejando la pula sobre la hoja, se levantó para abrir y ver a Sorrento fuera de su habitación... molestó, le grito que le dejara solo, Sorrento simplemente sonrió... y acariciándole el hombro le dijo...

- Si tanto le amas... ¿por qué te excusas conmigo, Eo?.... – Sorrento no recibió respuesta, simplemente Eo, se quedo callado mirando hacia el piso que soportaba el peso de ambos, cuando estaba por dejar entrar al flautista, Sorrento le tomo de la mano, y se la besó...

- Comprendo... lo que sientes, por que siento exactamente lo mismo cuando les veo... no por Baian... y somos... un par de cobardes, que nunca se dignarán a luchar la más grande guerra de toda su miserable existencia... el pelear por el amor de su vida...

– Sorrento después, depositó un beso en los labios de Scylla, y dando media vuelta salió de ahí...

Eo, se dio media vuelta, poco le importó el beso que le diera Sorrento, no era eso lo que le aturdía... si no las palabras que le dijo el pequeño marino de ojos fresas...

- La guerra de nuestras miserables existencias... la pelea por el amor de nuestras vidas... – repitió suavemente sumido en sus pensamientos y se encaminó con pasos lentos hacia su cama donde se sentó con cuidado, y después se dejo caer en la cama... mirando al techo...

Se colocó una de las manos en la frente y resoplo, cerrando los ojos, sonrió con tristeza, las palabras de Syren eran más que ciertas... jamás le diría la verdad a Baian, pasara lo que pasara, su orgullo nunca se lo permitiría... y en eso, sintió la brisa suave de la ventana y sintió que algo volaba a sus manos... cuando la sostuvo... la leyó, era la carta a Baian, la carta que jamás le entregaría...

La carta que nunca leería el Caballo de Mar...

sonrió, al verse tan débil ante los sentimientos en esa hoja de papel, todo lo que había aceptado en esta pequeña carta... y cada palabra, le dolía en lo más profundo de su alma... no sabia que hacer con ella, y solo vino a él... la necesidad de terminarla...

Acabo de darme cuenta de algo... Sorrento y yo somos tan parecidos en todo... más que el no intenta disfrazar su dolor con caretas irónicas o frías, traviesas y crueles como lo hago yo, si no que él las transmite cuando toca su flauta, pero cada uno tiene el cómo descargar su pena y dolor...

Y también me di cuenta de algo, Baian, que Kanon y yo somos diferentes por el simple hecho de que él tiene el orgullo de decirte lo que supuestamente siente y yo... no soy capaz ni de aceptar este sentimiento que me consume cada que te veo...

No soy capaz de siquiera darme cuenta que son celos los que me mueven, y solo en esta pequeña hija de papel me he dado cuenta de la verdad, son celos, celos tan grandes que me ciegan al grado que no sé que diablos hago...

Cuando té vi con él, besándose frente de los ojos insufribles de Sorrento y mis ojos que quedaron atónitos... me di cuenta de que tu lo amas al grado que lo demás se te olvida, que todo se pierde en la nada cuando estás entre sus brazos, cuando el te besa... y también sé que cuando el te hace el amor... yo nisiquiera paso por tu mente... por que yo no soy nadie en tu vida...

Nadie...

... y eso duele Baian... duele mucho...

Intento ahora acallar las lágrimas que salen de mis ojos, por que siento que me quemarán más de lo que los celos ciegos lo hacen ya, al imaginar que en estos momentos ya estás en su cama, gimiendo su nombre, pidiendo que te haga suyo, y solamente suyo...


Más las lagrimas no dejan ahora de caer... y están manchando esta hija, que sé que nunca recibirás... por que yo me encargaré... de deshacerme de esta hoja, de igual forma de este sentimiento... Baian de Caballo de Mar... te amo, es cierto, pero debo de dejar de hacerlo... solo me esta matando cada que te veo con Kanon, y no soporto cada detalle entre ustedes, y lo mejor será... que me vaya... y que no te vea por un largo tiempo...

Pero el pensar... que nisiquiera te acordarás de mí... me estremece de tristeza... me hace sentirme tan débil que no sé si seré capaz de dejar mi pilar, sin que al partir te voltee a ver, y con una sola mirada tuya, sea cual fuere el tipo de mirada que me regales, sé que no me resistiré más... y correré hacia ti, diciéndote la verdad... entregándome a este amor obsesivo por ti...

Pero no, mi orgullo es más grande que eso, sé que lo soportaré... y me iré tan lejos, que no me encontrarás, no quiero volverte a ver, mientras te siga amando de esta forma tan ciega...


Te amo Baian...

Eo de Scylla

Posted by Algodón de Azucar @ 2:41 PM
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Canción del Recuerdo

Titulo : Canción del Recuerdo
Título del Capitulo : Único.
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Camus de Acuario y Milo de Escorpio
Status : Completo
Número de Palabras : 797
Advertencia : Romántico

Con un nudo en la garganta
Con el alma hecha pedazos
Solo quisiera decirte
No te he olvidado



El Santuario ateniense... las doce casas... imponentes como siempre... misteriosas... y peligrosamente atractivas... pero... hay un corazon triste en medio de tanta majestuosidad... el escorpion celeste... esta triste... ... decepcionado... y totalmente solo...

Camus de Acuario... como te extraño amor... mira que me dejaste con un hilo de vida... mi corazon ya no sabe que sentir... ya no sabe que hacer si ti... sin tus ojos frios... sintus labios de pasión y tu piel de tentación... Camus... MI Camus,....

Ha pasado tanto tiempo
desde el dia aquel
que te fuiste de mi vida
y no supe entender



Mi amor... mi lindo y helido amor ... desde ese maldito dia que te fuiste... no se que paso... ¿qué hice mal?... no te engañé... no te menti... deje todo lo que yo era... olvide mis instintos dentro de tur brazos y entre tus sabanas de seda... enterre a Milo... a aquel que veia a alguien y comenzaba la danza de la seducción... Camus... por ti... por ti... deje todo lo que era... deje mi sonrisa... para solo regalártela a ti... ¿qué hice mal?...


yo no se si fue mi culpa
o en que cosa te hice daño
solo quisiera decirte
cuanto te extraño


A pesar de que es verano Camus... a pesar de eso... siento el frio... siento el frio de tus brazos rodeando mi cuerpo... enfriando mi alma... congelando mi corazon junto al tuyo... deje que lo hicieras por que te amo y te extraño... pero Camus... ¿valio la pena enamorame de ti...... valio la pena... dejarte ser mi dueño de todo lo que fui?¡... la verdad no lo se... y ya no me importa saberlo ya no... camus... te has llebado lo ultimo que me quedaba y a mi... me dejaste completamente vacio... me dejaste... sin ti... y de paso... sin mi...

que mi vida ya no es vida
desde que no estas
solo vivo en el recuerdo
y en la soledad



Camus... ¿qué fue lo que hicieste conmigo que no puedo dejar de pensar en ti... en tus ojos frios y en tu piel sedosa...? . que has hecho con lo que era antes de entrar en tu cama?... donde dejaste a aquel seductor que se encantaba por probar una cama diferente cada noche?... no se que has hecho con esa persona Camie... pero a qui lo que quedo... en logar de ser yo... es tu sombra... tu maldita sombra que no me deja volver a enamorarme... te largaste a Siberia a disque entrenar a tu alumno... diciéndome que ya no me amabas ... que te provocaba asco... ¿por qué Camus... por que?...

tengo ganas de volver a enamorarme
pero siempre tu recuerdo me lo impide
tengo ganas de hacer el amor con alguien
y el fantasma de tu cuerpo me persigue



Camus... Camus de Acuario... Maldito frances... ya deja en paz... dejame ser el Milo de antes... dejame volver a ser el cazador nocturno que fui... a ser aquel que asechaba a su preza para después deborarla con gusto revolcándose en una cama nueva cada noche... que desde que vi tus ojos... esos frios ojos... ese cazador... ese depredador... ese Milo... se desvanecio como polvo en el aire... Mierda!!!! Ya deja en paz... llevate tu recuerdo... llevate tu fantasma... ya... dejame Camus... ya...

Tengo ganas de volver a enamorarme
de entregar mi cuerpo entero
pero tu recuerdo viene a molestarme
y me susurra en el oido “aun te quiero”




Tengo ganas de volver a ser el de antes... a devorar mis presas con esa pasion que tenia.... con esa hamre ue me caracterizaba... mirame! Ahora estoy desgastado... ojeroso... ya no me arreglo... deje de ser vanidoso... y todo... todo por tu maldito amor... por enamorarme de un pedazo de hielo que pense que me iba a querer... siquiera a querer... aunque sea... un poco... pero... tienes un corazon hecho de hielo... no... mas bien... no tienes corazon... veo que el sobre nombre del Sr. Del Hielo te sienta muy bien... veo que es tu mejor nombre Camus... es lo mejor que te hubieran puesto... Camus de Acuario... como me gustaría odiarte... y cuando te tuviera enfrente destazarte con mis Ahujas Escarlatas... pero... aun te amo... y se que si llegaras a ponerte frente de mi... volveria a caer ... como un vil idiota... como un simple enamorado...

Una lagrima surco el rostro el el escorpion... sabiendo de que nadie la veria... o por lo menos ya ni le importaba... ya que Camus... se habia llebado todo ... todo de Milo... a Siberia... solo dejándole dolor... soledad... amargura... y una necesidad enfermiza.... que lo estaban volviendo loco... loco de amor... loco por Camus... SU Camus...

Posted by Algodón de Azucar @ 2:37 PM
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Atado a tu Amor

Titulo : Atado a tu Amor
Título del Capitulo : Único.
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Saint Seiya
Pareja : Afrodita de Piscis y Saga de Géminis
Status : Completo
Número de Palabras : 1,194
Advertencia : Venganza, locura



No llames la atención
ni sigas provocandome
que ya voy comprendiendo
cada movimiento...



Ahhhhhhhh mi lindo pequeño, me encanta cada vez que vienes a verme mi casa, y me traes una rosa, a sea blanca o roja, no importa junto a ti pierde belleza ya que tu eres tan bello que hasta la diosa del mismo nombre se quedaria enbobada viendo tan bellos ojos, y ese pequeño lunar que tienes cerca de tu ojito, es tan sensual, tal bello, como quisiera besarlo...

Veo como bajas y me vez timidamente, dejas caer a proposito tu rosa en mi templo, voy la recojo y admiro tu escultural belleza alejarse... perdiendose... intento seguirte pero ... te has ido, aveces pienso que es una ilusion... pero cuando veo la rosa entre mis manos regresa a mi la ilusión de verte aunque sea de lejos, por que se que un angel como tu no se fijara en un humano, un simple humano, doble cara como me dice... nunca lo haras ¿o talvez ya lo has hecho?....

Me gusta lo que haces
para conquistareme
para seducirme
para enamorarme
y vas causando efecto



Me encanta cada vez que bajas a mi casa del Zodiaco, la tercera casa, me encanta como llegas con tu ternura, me encanta, no... me enloquece verte ahi, caminando, oir tu voz pidiendo permiso para pasar por mi casa, ahhhhhhh

"Si me pidieras ir al mismo infierno... asi lo haria, solo por que tu me lo pides, no te negaria nada"- Pienso...

Veo como te alejas, veo la rosa que dejaste caer, la vevanto, aspiro tu aroma, beso los petalos, imaginando que son tus sedosos labios.... quiero tenerte cerca, besarte, acariciar esa piel de porcelana, que aveces me da miedo siquiera ver... siento que con solo mirarte feo te romperé....

Y quien lo hubiera dicho, el hombre que es temido y admirado por los habitantes del santuario, esta ... ¿enamorado? ... si parece que cada vez que te veo, me enamoro mas de ti.... mi bello angel....

No sabes como me esntretienen
todas tus locuras
y que para verte
invento mil excusas
has dejado en jaque
todos mis sentidos
pones a prueba
el motor que genera
los latidos de cada ilusión



Hoy hay una cena "formal" en las habitaciones secretas del Patriarca.... Shion sabe muy bien que esta reunion "formal" se convertirá en una fiesta sin control... gracias a varios caballeros del Zodiaco que no se estan en paz, entre ellos tu... antes como me molestaban las travesuras que hacias en esas fiestas... pero ahora, simplemente me encanta ver como te ries con ellos, no lo niego creo que estoy celoso, si celosos de Milo, Aioria y Shura, que son tus compañeros de travesuras, estoy celoso de ellos, por que te pueden ver reir de cerca, contemplar tu magnifica belleza....

Volteas a verme a los ojos, cuando te das cuenta que te he estado observando ... me guinas el ojo ¿que significa eso?, mi corazon comienza a bombear la sangre de manera descontrolada, me da miedo pensar que eso puede ser algo preocupante... realmete cada vez que te veo, pasa lo mismo, me doy cuenta de algo, ¿ me has manadado un beso en el aire?... si no dejas de mirarme mi corazon saldra volando hacia ti....


Mira lo que has hecho
que he caido preso
... en tu cuerpo y en tu mente....
En un ahujero
de tu corazón
... en todo estas presente...
Y la libertad, te juro,
no la quiero
... si estoy contigo...
Déjame atado a este amor



¿Que fue lo que pasó?... despiesrto lentamente, no no estoy en i templo... ESTOY EN EL TEMPLO DE PISCIS... santa diosa Athenea, que hice anoche.... no quiero alarmarme, pero siento como un cuerpo caliente esta alado mio, me esta abrazando, estas boca abajo pero puedo reconocer esa sedosa cabellera....

- Afrodita... - Digo de una manera tierna para que no me escuches y no te despiertes... pero creo que lo dije con demaciada emoscion, o mi mirada es demaciodo pesada... te despertaste.... me sonries....

- Saga... ¿como amaneciste?...- soges sonriendo... no puedo creerlo estas desnudo, y yo tambien no me habia dado cuenta.... me sonrojo pero en lugar de contestarte te beso, y cual seria mi mayor sorpresa. me correspondes el beso.... con todo mi pesar, dejo esos labios que me enloquecen, me faltaba aire....

- Veo que no fue causa del alcohol lo que pasó anoche...- me sonries... yo solo abro los ojos como platos... ¿anoche?... acaso... tu.... yo.... santo sea zeuz....

- ¿que te pasa Saga? ¿acaso te arrepientes? - noto en tu mirada... algo ¿dolor? ¿miedo?...

- No puedo arrepentirme de nada... - me acerco a ti y te abrazo por detras, ya que me habias dado la espalda - Te amo Afrodita.... te amo desde hace mucho tiempo....- veo como tus ojos se abren como platos y te abalanzas contra mi tirandome en la cama....

- Te amo... Saga de Géminis... Te amo....- dices sonriendo.... nuestro ritual de anoche se vuelve a repetir... rrecorro cada milimetro de tu palida piel...


Acabo de pasar
la linea de tu encanto
donde solo mirarte
es un paisaje nuevo
y tejes las cadenas
que amarran mi sexo
que endulzan mi alma
que tienen mi mente
y someten mi cuerpo



Sin darme cuenta, te he probado tantas veces, que.... quiero mas y mas... me llamas vicioso e insaciable, pero aun asi no me detienes te dejas llevar mas y mas....

No me habia dado cuenta... pero solo me la paso pensando en ti... solo espero verte a ti, verte llegar cada noche para llevarme a algun hemoso lugar y que te vuelvas a entregar... sin darme cuenta estoy atado a ti... estoy atado a tu cuerpo... a tu alma, y a tu corazón...

Mira lo que has hecho
que he caido preso
... en tu cuerpo y en tu mente....
En un ahujero
de tu corazón
... en todo estas presente...
Y la libertad, te juro,
no la quiero
... si estoy contigo...
Déjame atado a este amor



Es tu culpa... si es tu culpa... haberme enamorado de esa forma, solo pienso, en ti, respirotu aroma, como de tu boca y tu cuerpo, y me visto con solo tus caricias... dime que hacer...

Solo te puedo decir que me dejes atado a tu cuerpo, que me ates mas cada noche... atame a tu cuerpo, hasme adicto mas a ti... te lo imploro....

Es importante
es urgente
que te quedes a mi lado
Inventaré los motivos
que sean necesarios
para estar cerca de ti



NOOOOOOOOOOOOO!!! ¡¿¡¿Por que.... ?!?! por que te dejaste vencer.... Afrodita... por que.... por que me dejaste aqui... solo.... que me falto para que me dejaras solo... lo unico que puedo hacer para alcanzarte en moriri... me dejaré vencer....

Veo como los caballeros de oro y de bronce con Athenea se acercan... me despido de ti... en mi mente... me entierro el baculo de athenea y siento como mi alma deja mi cuerpo.... cierro los ojos con una sonrisa en mis labios....

Afrodita de Picsis... esperame.... pronto estaremos juntos por la eternidad...

Afrodita.... Te amo... mi pequeño angel.... Te amo... Perdoname...

Posted by Algodón de Azucar @ 2:32 PM
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Friday, June 22, 2007

Venganza 4

Titulo : Venganza
Título del Capitulo : Lo que me pertenece.
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Tenis no Oujisama
Pareja : Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke
Status : Completo
Número de Palabras : 2,451
Advertencia : Venganza, locura

Hola Tezuka:

Supongo que no es necesario decirte quien soy por que basta con mi caligrafía para que sepas identificarme, más por que las ultimas cartas. notas y tarjetas que has recibido son únicamente de mi remitente… ¿o me equivoco?

Por lo ultimo que supe así es, ya que tu familia parece haberte dado la espalda pero yo no lo haré… yo estoy aquí para recordarte que vives y que estás pagando una condena bastante cómoda por haber asesinado a alguien.

Hoy estuve meditando y repasé todo lo que hemos vivido estos últimos meses, recapitulé cada una de las cosas que hiciste, que yo hice y que hicimos juntos, y sabes?, me di cuenta de que todo lo que ha pasado, quizá no es culpa tuya ni de nadie y te perdono de todo, no hay rencor de nada, no recordaré nada y es que pienso dejar todo atrás.

La muerte de Yunta me dolió tanto que olvidé mi propio camino y ser, solo para hacerte pagar, olvidé hasta dormir de solo pensar cual sería la forma más cruel para que pagaras gota a gota la sangre y las lagrimas que por tu culpa se han derramado, pensé en secuestrarte y torturarte con cada cosa que se me viniera a la cabeza, desde golpearte, lacerarte y humillarte física como moralmente… también llegué a pensar en hacerte eso pero el público frente a tus más grandes rivales, sería tal mi placer el ver la cara de Atobe o quizá la de Yukimura…

¿Te las imaginas?, Atobe con cara de asombro y quizá repudio, Yukimura con angustia, quizá deseo de sacarte de tu sufrimiento.

Sin embargo y aunque esas dos opciones me hacen sonreír de tan solo imaginármelas, me cansé y me desgasté tanto en pensar que ya no sabía ni siquiera lo que era admirar un atardecer anaranjado como el que estoy viendo ahora.

Sé donde estás y en que estado te encuentras; nadie mejor que yo lo sabe ya que mereces ese lugar más que cualquier otro, siempre es preferible estar en un lugar cómodo cuando vas a pasar mucho tiempo ahí aunque estés solo.

¿Te imaginas estar en la cárcel a merced de los demás reos?, aunque hubiera sido perfecto para pagar tu condena, tus gritos cada vez que te golpeaban o abusaran de ti marcando tu cuerpo y lastimándote el alma, como me hubiera gustado disfrutar cada uno de esos momentos, saboreando tu sufrimiento.

Eres un asesino y lo sabes, por eso estás ahí en ese cuarto de cuatro paredes blancas y tu elegante y celestial uniforme engaña a simple vista, hace suponer que no eres capaz de nada mal. Aunque te miren como el chico perfecto de vestimenta pulcra, no saldrás de ahí… y yo no podré hacer nada tampoco, lo único que puedo hacer por ti para que tu conciencia quedé tranquila es decirte que de mi parte no hay rencor alguno, no te odio ni tampoco tengo nada en contra de ti.

Ya no te odio Tezuka, aunque pensándolo mejor creo que nunca llegaré realmente a odiarte, te amo aún, tanto que quizá fue este amor el que me hizo aparentar odiarte de verdad, simplemente por que te amo tanto debería de odiarte por igual.

¿¡Puedes creerlo!?

¡Amo al asesino de mi hermano!

Eres otro de mis grandes tesoros, por no decir el ultimo que me queda; Yunta era algo tan querido y preciado para mi y tu lo sabías, aún así te atreviste a tocarlo y no solo eso… ¡Me lo arrebataste!... no se lo hubiese perdonado a nadie…

Excepto a ti.

Es realmente extraño todo esto que yo estoy sintiendo, sabes que para mi la vida es un simple juego de sensaciones, cada una diferente con consecuencias distintas, esto es lo que conforma nuestra vida y hace que sea simplemente eso y tome sentido vivirla.

Sabes Tezuka, tengo ganas de que me abraces como lo hacías desde hace tanto tiempo, que viéramos este hermoso anochecer juntos, el sol ya se está ocultando completamente y las estrellas comienzan a brillar intensamente… es una verdadera lástima que no puedas verlo desde donde estás, ya que compartiríamos el ultimo momento juntos aunque sea mentalmente.

Recuerdo como disfrutabas de estos pequeños espectáculos que nos regala día a día la naturaleza, decías que te animaban y te inspiraban, mejor que nadie yo lo sabía cada que hacías enrojecer mis mejillas.

Extraño aquella sensación, lástima que no volverá a suceder nunca.

Eres un chico perfecto en toda la extensión de la palabra, recto, responsable, apasionado, entregado, impecable, intachable…quien iba a decir que eras un horrible asesino.

Y no te bastó con simplemente matarlo, tuviste el descaro de ir a su funeral a dejarle un ramo de flores.

¿Qué estabas pensando en ese instante?

¿¡Acaso pensaste que tu culpa sería redimida de esa manera!?

Sí, seguramente eso pensaste y es que para alguien como tú, tan perfecto, tan recto, la mancha de una muerte te dejaría en mala posición, ¿verdad?

Dime Tezuka… ¿qué fue lo que te hizo Yunta para que lo mataras de esa forma?

Talvez lo envidiabas por qué tenía toda mi atención y cuidados, lo protegía u vigilaba, quizá querías toda mi atención para que t cuidara y así evitar que saliera el terrible y horroroso mounstro que llevabas dentro de ti, pero no Kunimitsu, no cuidaría de alguien como tú y lo sabes, por eso no mostrabas libremente lo que eras, por eso jampas me quisiste de verdad, tu no sabes querer, mucho menos amar, solo sabes destruir y eliminar…

El mounstro de Tezuka Kunimitsu tiene miedo de su mismo.

Es patético el saber que eres en realidad así y me decepciona tanto, pensaba que apuntabas más alto y que serías grande, quizá el tan gran añorado tenista profesional que Ryisaki-sensei quería que fueras, quizá el gran empresario importante que tu abuelo deseaba.

Era tu deber el ser alguien grande, era tu trabajo como hijo, como amigo y capitán de nuestro equipo, eras el ejemplo y admiración de todos nosotros, te queríamos y respetábamos, decíamos que la meta de todos era ser como tú.

Sin embargo, para mi, te convertiste en un mounstroso ser, alguien detestable, mi verdugo… que amo con toda mi alma.

No sé realmente que es lo que deseo para ti de ahora en adelante, tampoco sé si odiarte de verdad o seguir amándote insanamente… eras mi reto, eras lo inalcanzable e insuperable, nunca podría aspirar a ser para ti.

Fuji Syusuke no es nada contra el nombre de Tezuka Kunimitsu, tu nombre.

Jamás te vencí y jamás lo haré, ¿sabes por qué?, por que pudiste rebasar los limites humanos, te has convertido de mi dios inalcanzable a un demonio de lo más bajo… ahora eres un demonio que nadie quiere tocar.

¿Te has preguntado alguna vez por que solo notas mías aparecen debajo de tu blanca puerta?

La respuesta es simple.

Por que tu ya no existes para nadie más.

En el club de tenis, tu nombre está prohibido, nadie se atreve siquiera a mencionarte por miedo a que los demás le rechacen por la regla que se ha impuesto por solo decir tu nombre tan solo una vez.

Aunque has de orgullecerte por que Oishi ha pedido ser el capitán e Inui ahora es nuestro subcapitán, Echizen sigue evolucionando a un ritmo tan apresurado que me recuerda tanto a ti.

Debería detenerlo y eliminarlo antes de que el mounstro que habita dentro de el salga y cause una tragedia como la hiciste tú.

Me preguntaba el como te sientes, pero sabes?, no puedo saberlo, no puedo leer tus pensamientos como es costumbre, siempre aparentas muchas cosas y al final la realidad es totalmente lo contrario.

¿Nos e te cansa la cara de usar esa máscara?... yo a veces me siento con la necesidad de dejar la mía de lado por que la sonrisa comienza a pesar y a doler…

¿No lo sabías?, mi sonrisa es una máscara que siempre he usado y que gracias a tu he perfeccionado para aparentar ser el débil de los dos, para siempre dejar ver que me vencías de una o de otra forma, mi sonrisa siempre fue tu trofeo de victoria, siempre tu victoria.

A veces me pregunto su te amo tanto como para dejarte siempre a la delantera y ganarlo todo aún acuesta de mi propio bienestar y orgullo; te amo tanto que si, la respuesta es que sí, te he entregado todo y no te he pedido nada a cambio, ni siquiera cuando no me decías que me querías… aún así no te exigí nada por que te conozco.

Tu no me conociste y eso fue tu peor error conmigo por que nunca te esforzaste en lograrlo, solo te impusiste a mi lado junto a tus reglas que yo acepté a cambio de tenerte a mi lado.

Todo tiene un precio, hasta tus victorias lo tienen.

No sé si esto para ti signifique un precio que pagar, pero voy a darte lo último que me queda ya que no tengo a quién dárselo mas que a mi ultimo tesoro.

Te daré lo último que puedo darte.

Mi vida.

Te amo Tezuka.

Cuídate y hasta siempre.

Fuji Syusuke.


-----------------------------Venganza VI -------------------------------

Sus ojos se nublaron perdiendo el enfoque en la bella y elegante caligrafía sobre el papel color hueso, sus manos temblaron al igual que sus labios y dos cascadas se convirtieron sus mejillas sonrojadas mientras que sus dedos perdieron la fuerza necesaria, soltando el papel sobre sus piernas.

Dos de las cuatro hojas se deslizaron por sus rodillas cayendo al suelo haciendo un ligero ruido al tocar el acolchonado suelo.

Cerrando sus ojos, suspiró dolorosamente y se dejó caer hacía atrás de la cama relajando su cuerpo, dejando fluir sus lágrimas ahora por sus sientes cayendo a la hermosa colcha blanca que cubría su cama.

-No…Suke….

Dijo débilmente apretando sus puños contra las níveas sábanas que cubrían su cama.

En un arranque de desesperación, se levantó para tomar el sobre blanco en que venían dobladas las hojas de su carta, al aventarlo la nostalgia lo invadió de nuevo y solo giró su rostro hacia las hojas tiradas en el suelo y se acercó lentamente.

Volvió a tomar las cuatro hojas acomodándolas en orden y fue a recoger el sobre arrugado por su frustración e intentó alisarlo leyendo tanto el destinatario con su nombre como el remitente con el nombre del ojiazul.

Acaricio el sobre con devoción y besó el nombre del remitente y susurró suavemente su nombre.

-Te amo… Suke.

Su voz se quebró antes de decir cualquier otra cosa y sus sentidos se nublaron, la poca conciencia sana que aún conservaba, desapareció dejando salir completamente lo que tanto mencionaba el otro en su carta, el mounstro que llevaba dentro.

La ira, la impotencia y el dolor lo llevaron a cometer lo que vino después…

-----------------------------Venganza VI -------------------------------

Un día después.

-No entiendo lo que lo provocó tanto…
-Doctor, sabemos del estado mental del Joven Tezuka
-Sí, sin embargo, no creí que fuera capaz de hacer algo así.
-Lo sabemos bien…
-Manda la el oficio para la liberación de la indemnización y la corona de flores a la familia de la enfermera.
-Ya lo hice
-Bien.

-----------------------------Venganza VI -------------------------------

El cielo estaba totalmente gris, era una tarde fría de finales de abril donde parecía que todo estaba triste y desilusionado, las vestimentas negras resaltaban entre las piedras blancas y el pasto verde, las caras entristecidas de todos, su depresión y decepción tatuados en sus facciones.

Era su funeral, el entierro del gran Tezuka Kunimitsu.

La familia Tezuka encabezaba la procesión mientras que seis de los integrantes del equipo titular cargaban el elegante ataúd de madera, el resto del equipo estaba detrás, seguido por los amigos y conocidos de la familia y del excapitán de Seigaku.

Hyoutei hacia su elegante presencia, Atobe junto a Kabaji encabezaban al equipo titular y detrás de ellos el famoso Rikkai dai.

Todos vestían hermosamente una vestimenta negra que los hacía resaltar su elegancia y su tristeza por igual.

La entrenadora Ryuzaki venía exactamente detrás del féretro que era cargado por Momoshiro, Caído, Inui, Oishi, Kawamura y Eiji mientras que subían la pequeña cuesta en un cami8no de adoquín marrón marcando el camino hacia donde la carpa se levantaba.

-Ryuzaku-sensei… ¿Por qué no vino Fuji-senpai?

La voz ronca del chico de ojos dorados, se perdió en la nada, la vieja entrenadora no respondió absolutamente nada y siguió caminando hasta llegar al destino final donde le darían el último adiós al Capitán.

Los chicos depositaron el ataúd sobre los elásticos blancos manchados de tierra para comenzar a bajarlo lentamente con estos y algunas poleas a las esquinas, entre sollozos de su madre y la entrenadora con su nieta, el ambiente se impregnaba de una gran nostalgia.

Los miembros del equipo comenzaron a aplaudir con lágrimas en los ojos y poco después todos estaban haciéndolo, incluyendo a los otros equipos presentes.

-Capitán de Seigaku, Campeón Nacional… Tezuka Kunimitsu… -una voz alta apareció entre los aplausos, haciendo voltear a todos.

-Fuji!!

Todos hicieron un camino para que el castaño pasara entre ellos, vestido de negro como todos, el rostro como de costumbre, sin su sonrisa y los ojos cerrados, entre sus brazos, un ramo de rosas aromáticas rojas, y en el centro del ramo, una solitaria rosa amarilla.

Se detuvo a la orilla de la fosa y vio como el féretro de Tezuka llegaba hasta el fondo y abrió los ojos.

Sacó de entre el hermoso ramo de rosas, aquella flor amarilla y sonriendo la dejó caer en la fosa, logrando ver como rebotaba con la madera y se deslizaba hacia uno de los costados del féretro.

"Por fin Tezuka… me has dado lo que me pertenecía… tu vida"

-Te perdono y descansa en paz… -susurró antes de hacerse para atrás y ver como iban sepultando a Tezuka con palas de tierra, como esta iba cubriendo la hermosa madera barnizada y los restos mortales de su capitán se iban alejando de él cada vez más.

Aparto la vista cuando el cielo enfurecido comenzó a dejar caer truenos haciendo estremecer a todos los presentes, exceptuando a él.

Todos se comenzaron a retirar poco a poco, hasta la familia de Tezuka ya se había ido, pero el permaneció inmóvil ante esa fría lápida blanca observando el nombre grabado en ella.

Cerró y abrió los ojos en un instante sonriendo, después se hinco frente a la lápida y dejó el ramo de rosas frente a esta, después se acercó a acariciar el grabado nombre en negro de Tezuka, y besó la lápida fría y mojada, después se aparto.

-Te voy a extrañar… Tezuka…-

Posted by Algodón de Azucar @ 2:53 PM
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Venganza 3

Titulo : Venganza
Título del Capitulo : En mis manos está tu final
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Tenis no Oujisama
Pareja : Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke
Status : Completo
Número de Palabras : 2,732
Advertencia : Venganza

Aroma a café recién hecho, el dulce sabor de las flores de diferentes colores y tamaños, combinados con el humo del cigarro y algunas otras cosas que no puedo reconocer, esta revoltura de aromas comienza a asquearme y mi estomago se me está revolviendo.

Mi hermana me ha dicho que es por que no he comido nada desde anteayer cuando nos dijeron que Yuuta estaba definitivamente muerto y que no se podía hacer nada más, mi padre tuvo que retenerme por que deseaba golpear con todas mis fuerzas a aquel Doctor tan incompetente, Yuuta no podía estar muerto..

No podía.

Me levanto de mi asiento, y aunque era cómodo, me siento completamente fuera de lugar, no me gusta usar el negro y ahora es el color que todos están usando en esta sala, no hay colores más que los de las flores que rodean el féretro de Yuuta.

Me acerco a paso lento, no me había atrevido a acercarme a ver el ataúd, es que se me estrujaba el corazón de tan solo pensar ver el rostro de mi hermano ahí dentro, quizá sin figura por lo que alcancé a escuchar de mi hermana; apreté los puños y reuní toda la fuerza que me quedaba en mi cuerpo y me acerqué paso a paso.

Tragué saliva cuando solo quedaba un poco de espacio, solo un paso y estaba viendo el rostro de mi hermano, su frente estaba extraña, tenia una forma desconfigurada y con varios bordees que no tenia, sus labios estaban secos y su nariz estaba ligeramente chueca, sus orejas estaban más salidas de lo normal.

Eran detalles que nadie aparte de mi que le conociera tanto, notaría.

Apreté los ojos y fruncí el ceño, debía de reconocer que el Doctor había hecho un buen trabajo en casi reconstruir la cara de Yuuta y es que la ultima vez que lo vi en la ambulancia, tenia el rostro... la mitad deshecho.

Suspiré y posé mi mano sobre el cristal que le cubría mientras que suspiraba y me tragaba inútilmente las lagrimas que estaban saliendo de mis ojos completamente sin mi consentimiento, suspiré levemente al darme cuenta que era imposible retener el llanto y dejé que saliera apretando mi mano en un puño e intentando retener las ansias de golpear el cristal y sacar de ahí el cuerpo de Yuuta.

No, no debía, el ya no pertenecía a este mundo pero es que dolía, demasiado... y más por que otra de las personas que más quería en este mundo, me había arrebatado otro de mis tesoros.

Algo imperdonable.

En ese momento, escuché algo que no quería escuchar.

-Chicos, me alegra que vinieran, Syusuke necesita de su apoyo más que nadie... –Me giré y mis ojos azules hicieron aparición, ahí estaba todo el equipo encabezado por Tezuka.

Que Hipócrita es.

Me separé del féretro de Yuuta y me encaminé hacia ellos, mi mirada talvez causaba una impresión diferente a la que mi hermana había mencionado ya que Eiji había dado un pasito hacia atrás, Oishi había puesto una cara de consternación y los demás solo se tensaron, incluyendo a Ryoma, pero Tezuka....

Tezuka seguía ahí parado con un ramo de flores blancas en sus brazos y no se había inmutado, seguramente sabía lo que había hecho verdad?

Al acercarme, me quedé a un paso de distancia de Tezuka, solo me miraba con sus ojos chocolate detrás de esos cristales crueles que jamás me permitían ver la verdad detrás de esos ojos que se suponía debían ser las ventanas del corazón de Tezuka Kunimitsu.

Apretando los puños no pude más.

Tomé el ramo de sus manos y lo aventé hacia la salida.

-LARGATE!!!!- mi voz desencajada asustó a los presentes ya que todo se quedó en silencio, Tezuka me miraba atento, cuantas veces pedí esa atención, cuantas veces supliqué por una mirada así de su parte.
-Fuji... por favor.
-Vete... largo de aquí... no tienes nada que hacer en este lugar...

Sentí como alguien me tomaba del brazo y me giré para ver, eran Oishi y Eiji quienes me detenían.

-VETE TEZUKA!, NO SEAS HIPÓCRITA!, TU LO MATASTE Y VIENES A DEJARLE FLORES?!, MALDITO ASESINO!!
-Cálmate Fuji, solo fue un accidente....- la voz de Oishi me hizo rabiar aun más.
-TU, MALDITO ARRASTRADO, DEFIENTE A TU ESTUPIDO AMANTE!! –me safé de su agarre y lo aventé a él hacia Tezuka, que lo tomo de los brazos y lo hizo de lado, acercándose a mi.
-Fuji, por favor cálmate... no tienes por que tratar así a Oishi
-DEFIENDE A TU PUTITA Y LÁRGUENSE YA, QUE NO QUIERO VER A NINGUNO DE LOS DOS!!!

Mi garganta dolía y mis ojos ardían, y al parecer mi ultimo grito hizo que Tezuka tomara del hombro a Oishi, le dijera algo y salieran de ahí, yo... caí de rodillas llorando aun más fuerte.

Es que dolía el saber que aparte de haberme engañado no sé cuanto tiempo con Oishi, todavía de haber matado a mi hermano se atreva a venir en un momento como este a traer flores para el funeral de mi hermano, es un desgraciado hipócrita y completamente manipulador, un desgraciado, Tezuka no era más que un hipócrita que se escondía detrás de su mascara fría.

Eso era él.

Me sentaron en el sofá y Eiji se quedó a mi lado diciéndome incoherencias o cosas graciosas que complementaba Momoshiro, pero no tenia ganas ni de sonreír, así que me disculpe y me levanté para salir de la sala.

Oishi y Tezuka estaban afuera pero no les hice gran caso, solo me encaminé hacia la calle y comencé a caminar sin rumbo alguno, no habían muchas cosas, era una zona por demás fría y solitaria, mucho mejor para mi estado de animo, no quería escuchar nada, no quería ver a nadie, no quería hacer nada, quería solo encerrarme.

En verdad que esto estaba fuera ya de mis manos.

Mi caminata se extendió por mucho tiempo y regresé a la funeraria donde me quedé solo en la puerta sentado, al parecer ya era la hora de ir a despedir a Yuuta completamente, no quería, no deseaba hacerlo pero debía de ir, no es cierto?

Me levanté y me dirigí hacia adentro para ver como terminaban de dar algunos rezos tontos y cerraban el ataúd, aquel que solamente una vez toqué y que tuve que separarme de él al escuchar llegar al equipo.

Encabezado por aquel hipócrita de Tezuka.

Suspiré hondamente y mi hermana se me acercó para abrazarme y yo no hice nada, solo me safé de su agarre y caminé hacia la salida para ir directamente al auto y subirme en el asiento de atrás junto a la ventana, ni una palabra, ni un gesto, no había ya nada que decir.

La travesía de transportar a Yuuta desde la funeraria hasta el panteón la pasé mirando por la ventana, el paisaje que no le ponía atención ya que no me di cuenta cuando entramos en un cono estilo carretera, estaba en medio de un hermoso bosque, ahora que recuerdo el panteón familiar aquí está.

Estábamos ya por llegar....

Suspiré hondamente y miré hacia el frente del auto, Papá conducía y la carroza fúnebre iba delante de nosotros a un velocidad moderada, mis ojos se fijaron completamente en esta, era elegante y completamente en negro con detalles plateados, encima de la carroza iban un par de coronas de flores que habían puesto con el nombre de Yuuta en los listones del centro.

Me sentía exhausto pero aun faltaba lo más doloroso.

Cuando llegamos, y los autos se detuvieron, me tardé en bajarme, aunque desde donde estaba veía perfectamente como mi Papá y varios de mis tíos bajaban el féretro de Yuuta, aunque Yumiko se me acercó.

-Necesitan otro par de manos Syusuke... por favor, ayúdales...

En ese momento bajé del auto y me acerqué, todos se me habían quedado viendo, talvez por el espectáculo que había dado hace un rato en la funeraria, realmente poco me importaba si pensaban lo que pensaran, suspirando me quedé parado mirando el ataúd de madera y después de estirar mi mano, tomé la agarradera y lo cargue junto a mis tíos y yo enfrente junto a mi Padre.

Yuuta no pesaba mucho.

Cuando llegamos al hoyo donde debíamos de enterrarlo, se me arrugó el corazón y tenia ganas de aventarme yo primero y después que bajaran a Yuuta, quería irme con él.

Suspiré y dejé sobre los cordones elásticos el féretro y me hice hacia atrás debajo de la carpa para que el sol no me diera en la cara y me hice hasta atrás de todo el tumulto de gente para pasar desapercibido y vi como el ataúd de madera oscura comenzaba a bajar y no pude resistir, lagrimas de nuevo volvían a aparecer en mi rostro, pensé que ya se me habían secado los ojos.

Cuando comenzaron a echarle los puños de tierra yo me di la media vuelta y me fui muy lejos, perdiéndome entre las lapidas blancas para sentarme en el pasto ya lejos de todo lo que me recordara a la muerte, aunque era inútil el ambiente estaba impregnado al aroma mortal, al final de los días de las personas.

De Yuuta.

Bajé mi rostro y suspiré hondamente de nuevo, no quería seguir así, debía de vengar la muerte de mi hermano, hacerle pagar al asesino todo lo que estoy sufriendo, cada cosa, cada sentimiento hacérselo sentir mil veces más.

Dejé que una vez más las lagrimas salieran de mis ojos y después de eso miré el cielo gris que ahora se posaba sobre mi cabeza, comenzaría a llover en cualquier momento.

Me levanté cuando sentí la primera gota de lluvia y después el aguacero se soltó de forma desesperada, como si estuviese llorando de dolor igual que yo, aunque no lo entiendo, ahora en el cielo es donde estaba mi hermano, debía de llorar de felicidad por recibir un alma tan pura como la de Yuuta

Me encaminé hacia los autos, veía que mi hermana me llamaba y se acercaba a mi con una sombrilla para cubrirme, le miré y me abracé a ella.

-Nee-san....
-Tranquilo Syusuke, Yuuta está en mucho mejor lugar ahora, descansa completamente y ya no necesita cuidados, ahora él cuida de nosotros...
-Cierto pero... lo quiero conmigo.
-Yo también Syusuke, yo también....

Me llevó al automóvil y me senté donde había llegado, no quería bajarme de ahí aunque me lo habían pedido para ir a comer. Ni siquiera comí ese día otra vez.

Llegando a casa me recosté en la cama después de que mi Nee-san me pidiera de favor que fuera a el Internado de Saint Rudolph para dar de baja a Yuuta, me dieron todos los papeles necesarios y yo solamente me metí a mi cuarto dejando los papeles dentro del fólder azul sobre la mesita de mi escritorio y después me dejé caer en la cama bocabajo.

Mañana sería otro día.

------------------------------------------Venganza III -------------------------------------------

Abrí los ojos perezosamente y bostecé lo más que pude mientras me estiraba y después miraba fijamente al techo, estaba pensando en todo lo que había pasado el día anterior, seguía con ese dolor en el alma y desde ahora prometía no volver a mantener mis ojos azules fuera del contacto de otros.

Debían de ver mis verdaderos ojos.

Me levanté para ver los papeles de Yuuta y detenerme a las ansias de aventarlos lejos, destrozarlos, encenderles fuego, desaparecerlas, pero tenia que hacer tramites antes de pedir una copia para saciar mis ansias de hacer eso.

Me metí al baño para olvidarme de todo y suspirando dejé que el agua me relajara y fue entonces que mi estomago pidió en un grito desesperado por alimento que le había negado por casi tres días.

Salí con una sonrisa suavecita en mis labios mientras que comenzaba a buscar ropa adecuada, hoy no iría a la escuela con tal de ir a dar de baja a mi hermano en el internado, aunque ahora que lo pienso, espero no tener que toparme con Mizuki, realmente no deseaba verlo, aunque le haya visto en el funeral de ayer llorando cual magdalena en los brazos del capitán.

Hipócritas... estábamos rodeados de hipócritas.

Salí de mi casa después de haber desayunado algo decente que había encontrado y llevaba en mis manos el fólder azul donde llevaba todos los papeles y en ese instante, llegué a el internado.

Recordé en ese entonces cuando despedí a Yuuta en la puerta de la casa, cuando se fue tan lejos, escapando exactamente de mi, del fantasma que yo era para él.

Era triste el saber que yo, quien más le quería terminaba siendo una pesadilla que atormentaba sus sueños y que realmente terminaba molestándolo al grado de que no quisiera verme más, que me cambiara por alguien que seguramente le cuidaría más.

Sin darme cuenta, ya había terminado los tramites, y era extraño por que no me hicieron esperar mucho tiempo, rápidamente me atendieron y me habían dado el papel de baja de Yuuta, no había nada más que hacer en el Internado.

Cuando iba de salida, en el pasillo directamente a las escaleras, me encontré con el que menos quería encontrarme.

Mizuki Hajime.

-Fuji-san...
-¿Qué quieres?
-Solo quería hablarte, compartimos algo muy doloroso para ambos... podríamos...
-No, No quiero saber lo que tengas que decirme... –

Mis ojos dejaron de verlo y seguí caminando, cuando noté que me obstruía el paso en las escaleras...

-Quítate...
-No te encierres en ti mismo.
-Quítate... –cerré los ojos para calmarme.
-Deja que los demás te ayuden, Fuji-san...

No lo pensé y lo empujé para que se quitara, pero fue una muy mala idea, las escaleras estaban detrás de él y se fue hacia atrás.

No pude alcanzarle aunque en realidad no hice gran esfuerzo por hacerlo, y vi como caía por las escaleras, varios escalones golpeando su cuerpo que seguramente había sido una o muchas veces tocado por mi hermano.

Mi hermano.

Bajé las escaleras y me quedé parado a su lado.

-Te lo mereces por intentar quitármelo antes... esto es lo que nunca pude hacerte cuando él aún vivía.

Caminé, lentamente caminé por los pasillos dejando a Mizuki ahí tirado, sin auxiliarle para nada, vi sangre pero no me importó, Mizuki debía pagar también el haber separado a mi hermano de mi.

Con ese mismo paso lento, llegué a mi recamara después de haber entregado debidamente los papeles a mi madre, excusándome de que no quería hablar, solo dando las indicaciones necesarias y diciendo que solo quería descansar.

Después de comer algo sencillo, subí las escaleras lentamente acordándome de la cara de Mizuki en el suelo, estaba inconsciente, seguramente se golpearía la cabeza, pero dicen que hierba mala nunca muere, Mizuki estaría vivo, aunque golpeado.

Sonreí ladinamente, no, yo no era tan puro como Yuuta, por eso me permitía el hacer semejantes cosas, y esto no era nada a lo que le iba a hacer a el verdadero asesino de mi hermano.

Los días pasaron lentamente y mi vida había vuelto a ser meramente la normal, sin contar que traía un rencor más arraigado en mi corazón que cualquier otro, tenia sed de venganza y tenia que saciarla de un modo u otro.

Comencé a hacer pequeñas notas en hojas de colores llamativos, en postitos y los dejaba en el casillero de Tezuka dentro de los vestidores, todos con las mismas leyendas.

“ASESINO!”

“VETE AL INFIERNO”

“NO MERECES VIVIR”

“MUERETE”

“TE ODIO MALDITO”

Eran cositas, detalles que sabia que afectaban a Tezuka, lo sabía por que veía cuando las leía, sus ojos se afilaban y su cuerpo se tensaba, sus manos temblaban, estaba dando exactamente donde más quería, en la confianza de si mismo, en su orgullo de ser como es, estaba convenciendo a Tezuka de la verdad, le estaba haciendo ver el moustro que era.

Después de haberlo sacado completamente, lo destrozaré lentamente y poco a poco iré tomando lo que me pertenece...

Su vida.

Sonriente, miré hacia la luna de esa noche, estaba terminando las notas del siguiente ahora eran más crueles, eran hojitas de papel de color rojo sangre, con letras sangrientas en color negro, las pondría no solo en su casillero, si no en su salón de clases, en sus libros, en las canchas, en cualquier lado donde lo viera, donde le recordara lo que era.

El bastardo asesino de Yuuta y Syusuke Fuji.

Posted by Algodón de Azucar @ 2:51 PM
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Venganza 2

Titulo : Venganza
Título del Capitulo : Esto es solo el comienzo
Autora : Algodon de Azucar
Serie : Tenis no Oujisama
Pareja : Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke
Status : Completo
Número de Palabras : 5,153
Advertencia : Muerte de un personaje.

Había regresado a casa con el paso tranquilo y una enorme satisfacción que se reflejaba en sus hermosos labios con una bella, amable y mentirosa sonrisa, mentirosa por que ocultaba la verdad del sentimiento que reflejaba en si, aunque jamás lo diría, no, sus sonrisas debían de ser siempre las mismas.

Siempre.

Sonrió como siempre para encaminarse a un parque, los rayitos de sol que estaban anunciando ya la caída de la tarde en todo su esplendor, le daban la impresión de que era una de esas tardes dignas para pasar al parque, quizá comprarse algún dulce y sentarse en los columpios para ver el atardecer y sin perder la sonrisa, eso fue lo que hizo.

Se acercó a la heladería que estaba cerca de la entrada del parque, a ese local que siempre iba junto a Eiji cada que lo sonsacaba de comprar un helado juntos, sonrió para pedir a la chica de ahí, uno de sus favoritos, de Wasabi, aunque la chica lo miró extrañada, pero se quedó embobada con la sonrisa de Syusuke.

No era la primera vez que eso pasaba, adoraba ver como chicas y chicos por igual ponían esa carita de perrito abandonado en medio de la lluvia, sonrojados y ensoñados con él, aunque solo hubo una persona que no logró sacar una de esas miradas, más que después de haber intimidado lo suficiente como para que no hubiera riesgos.

Y ese era Tezuka Kunimitsu.

Con ese pensamiento en su cabecita, se sentó en el columpio dejando por cualquier parte su maleta, pero siempre a su vista, se sostenía con una de sus manos a la cadena que colgaba del columpio y con la otra se acercaba el frío contenido del barquillo, mientras con la punta de la lengua y con sus labios degustaba el sabor y sentía el frío que hacia insensible su boca.

Recordaba exactamente como le había conocido, aquella tarde de Primavera en el club de Tenis, el jovial y siempre respetado Tezuka en sus inicios, un novato cualquiera que comenzaba a sobresaltar entre todos los de su misma edad, colocándose en el rango de los más avanzados, era admirado, era respetado, era... casi alabado.

Eso al principio no le gustaba para nada, así que no intentaba llamar mucho la atención para así después dar el gran descubrimiento, opacando a Tezuka.

Lo primero sucedió, más lo segundo... jamás pasaría.

Tezuka se había convertido en lo más importante para SEIGAKU, era el pilar central del equipo, era el capitán, era la mano derecha de la profesora Sumire, y aunque él había logrado el titulo de Prodigio, definitivamente nunca había logrado alcanzar a Tezuka al grado de opacarlo.

Sonrió.

Los retos le enloquecían, y eso fue lo que pasó al final.

Al cabo de su segundo año, se dio cuenta de que a Tezuka, por más que se estirara, se esforzara, Tezuka seguía estando uno o dos pasos delante de él, y ahí sucedió.

Se obsesionó con superarle en cualquier cosa, en cualquier detalle, como fuera, quería superarle, quería hacerse dar a notar frente de Tezuka, ya que sentía que para Tezuka, el nombre de Syusuke Fuji, no era más que otro miembro más del equipo, importando poco o pasando por el mote de Prodigio que se había ganado gracias a su potencial.

Comenzó a sacar contra-ataques que eran completamente sorprendentes, el primero fue el Higuma Otoshi, creyendo que así captaría la atención de Tezuka, jamás lo logro, al parecer para él no era cosa de otro mundo el regresar cualquier tipo de remate, por más fuerte o acertado que estuviese.

El segundo fue el Tsubame Gaeshi, aquel golpe que no rebotaba, que lograba escuchar mientras jugaba, como todos se sorprendían, hasta sus compañeros de equipo le vanagloriaban, gritaban su nombre como si fuese un rey, Syusuke Fuji se convertía en eso, un Rey con la corona de ser invencible, sin derrotas, sin puntos débiles.

Pero Tezuka... Tezuka Kunimitsu era un Dios fuera de su reino, fuera de su alcance.

El tercero, que mostró cuando ya Ryoma estaba en el equipo, ahora que se sentía completamente opacado por otro enorme mounstro que venia a enterrarlo aun más, y quizá, lo peor de todo es que este nuevo chico prodigio de nivel de novato, estaba más en la mente y en el campo visual de Tezuka que él mismo.

Eso quizá le hizo sacar el tercer contra-ataque, Hakugei, aquel contra-ataque que era invencible, era completamente perfecto, era aquel que derrumbaría la barrera de Tezuka, y la sombra de Ryoma.

Pero aun así, no fue suficiente.

Se termino el helado pensando en todo lo que acababa de razonar, realmente recordar dolía, pero no lo había entendido hasta ese día, en el cual se enfrento oficialmente a Tezuka, cuando Ryoma ya se había ido a Estados Unidos, donde todos daban su mayor esfuerzo y todo volvía a ser casi igual como era antes de que el Príncipe apareciera.

-Es extraño... un Rey, un Príncipe, y ... nuestro Dios inalcanzable... –poso ambas manos en las dos cadenas del columpio para mecerse suavemente mirando hacia abajo, seguía pensando, seguía meditando.

Ese enfrentamiento fue el definitivo para darse cuenta de lo que en realidad pasaba, algo tan común, tan corriente y a la vez tan extraño y completamente insólito.

Mientras jugaba con él y veía como cada uno de sus contra-ataques eran derrotados con cierta facilidad por el Dios Tezuka, su interior comenzaba a sentirse caliente, se sentía desesperado, debía derrotarlo a como diera lugar, no había nada que deseara más en ese instante, no había nada en su mente, alma y corazón que no fuese...

“Derrotar a Tezuka Kunimitsu”.

Sin embargo no sucedió, pero logró descubrir algo que en verdad no sabia que existía, todo su potencial en el tenis, pensó que jamás lograría llegar al limite, pero llego al limite y frente a quien veía como el poderoso dios que jamás podría vencer.

Frustrado, agonizante por dentro, había llorado frente de él, era algo imperdonable, era algo que tuvo que exigir recompensa, sus lagrimas valían demasiado como para regalárselas... pero él era Tezuka, no era cualquiera sin embargo...

-FASH BACK-

La tarde había caído en la ciudad y sus pasos eran lentos, se había negado a que alguien lo acompañara, es más hasta le había negado a Tezuka su compañía para ir solo, en verdad esa derrota le había dolido más que nada.

Frunciendo el ceño, sin esa sonrisa característica, se acordó de la tarde aquella cuando Tezuka perdió contra él gracias a la lesión de su codo izquierdo, si no fuese por eso, seguramente hubiera perdido como lo acababa de hacer.

Se sentó en una banquita del parque para ver el cielo, aquel anaranjado atardecer que le daba una suave y reconfortante sonrisa melancólica que se poso en sus labios y se tatuó en su corazón.

De pronto sintió algo de frío en sus mejillas y al abrir sus labios se dio cuenta que sabían a sal, de nuevo estaba llorando, de nuevo estaba sintiendo esa sensación de derrota de que jamás lo alcanzaría, de que aunque se esforzará no podría vencerlo, ni siquiera pisarle los talones.

Suspirando para bajar su rostro entreabrió los ojos y se llevó una mano a sus mejillas que están semisonrojadas y húmedas por las lagrimas que corrían libres por su rostro blanco.

Sonrió irónico.

-Y eso ... que le dije que se sentía bien... suelo ser un mentiroso... –dijo bajito mientras su cabello hacia sombra en sus ojos y su mano se despegó de su blanco rostro para bajar lentamente a sus piernas, inclinando un poco el cuerpo hacia delante.

-Sabia que mentías... –una voz dura y firme se escuchó desde atrás, el castaño levantó sorprendido su rostro y después de un momento se giro completamente levantándose de su asiento de forma sobresaltada.

-¡Tezuka! –dijo con toda su sorpresa marcada en ese momento, para desviar la mirada hacia un lado, secándose las lagrimas ya descubiertas por los ojos avellana del Capitán.

-¿Por qué lloras? –pregunto el capitán acercándose a él, dejando su maleta junto a la Syusuke.

El castaño de ojos azules no respondió para semisonreir como siempre y voltear a verle con los ojos cerrados y esa sonrisa que a pesar de aparentar ser la de siempre, estaba teñida de tristeza y melancolía, era tan suave aquella mancha en el rostro de Syusuke que nadie se daría cuenta.

Nadie excepto Tezuka.

-Fuji...

-Dime –dijo con su sonrisa y ya con su tono de voz más calmado, como si no hubiera pasado nada.

El Capitán se acercó a él para tomar de ambas mejillas al castaño de sonrisa eterna y verle directamente a los ojos que se abrieron de sorpresa por aquel contacto.

Las manos de Tezuka eran cálidas, el olor del chico de lentes llegó a su olfato, embriagándolo completamente, haciéndole sentir en un mundo que ni el mismo sabia que existía, y se entregó a esa ensoñación, mirándole directamente a los ojos chocolate que le veían completamente concentrados detrás de esos dos cristales con aumento.

-No me gusta verte llorar... –confesó el Capitán del Equipo en un susurro que si fuera por la cercanía de ambos, Syusuke jamás lo hubiera logrado escuchar.

El ojiazul tragó en seco mientras miraba nervioso al otro chico más alto que él, se estaba acercando, demasiado... cada vez más, hasta que sucedió.

Su primer beso.

Los labios de Tezuka eran suaves, eran cálidos, eran como la fina seda y eran dulces, o quizá era de que en ese momento su corazón latía desenfrenado y todo le parecía tan irreal.

Aun con los ojos abiertos de la impresión, no hizo nada por apartarse, y aunque lo hubiera hecho, las manos en sus mejillas y el asombro no lo dejaban moverse demasiado, así que decidió seguir con aquel sentimiento, de nuevo esa sensación.

Cerró los ojos lentamente mientras se relajaba y pasaba una de sus manos sobre las de Tezuka para hacer más intimo el contacto que de pronto fue cortado por el castaño más alto para mirarlo a los ojos.

No se dijeron nada, no hubo palabras, solo sus ojos se encontraron, el azul eléctrico y profundo contra el café oscuro que brillaba con severidad y con algo extraño que Syusuke no supo descifrar, solo sintió que era lo mejor que podía haberle pasado.

Sonrió para robarle un beso fugaz de los labios y sentarse de nuevo en la banca del parque, mirando hacia otro lado, un poco sonrojado de las mejillas, debía aceptarlo, le encantó aquel beso, le había hecho sentir cosas que jamás creyó que sentiría alguna vez, una sensación entre nerviosismo y paz, que aquella derrota no valía la pena para llorar y que ahora se sentía completo.

Eso que le había sido arrebatado con la derrota, ahora era completamente llenado por aquel simple y delicado beso.

Tezuka por su parte se le quedó mirando desde su posición para sentarse a su lado y tomarle la mano delicadamente, besándole el torso de esta y al girarla, besarle la palma de esta con los ojos cerrados.

Syusuke pensó que moriría ante esa visión.

Quizá después de haberse obsesionado, haberse enloquecido por el reto que representaba Tezuka, ahora se daba cuenta que pasó a lo más profundo de todo, más allá de la locura, más allá de la obsesión... al amor.

-FIN DE FLASHBACK-

Sonrió de nuevo para subir su rostro hacia el horizonte anaranjado, los recuerdos aun golpeaban fuertemente su memoria, y la verdad, de cierta forma, dolían... dolía el saber que aquello que sintió, esa paz y esa ensoñación que le había sido regalada de un momento a otro le era arrebatada de nuevo.

Apretó las cadenas para después aflojar su agarre y deslizar lentamente sus manos por el frío metal, el cielo comenzaba a oscurecerse más y más, al parecer ya era muy tarde y seguro en casa su madre le estará esperando y Yuuta, que había dicho que iría a la casa, estaba esperándolo con el ceño fruncido.

Sonrió con diversión al imaginarse la escena.

Levantándose de su asiento para tomar su maleta y comenzar a caminar, su cabecita comenzaba a maquinar lo que seguía en su plan, y aunque seguía con la misma idea del principio, de que aunque se estuviese vengando de él, no dejaría de amarlo, algo le decía que no todo terminaría como él quería.

Sin embargo, no hizo caso.

Cuando llego a casa, se encontró con su madre que le dio lo que esperaba, un sermón de no llegar tarde por que era peligroso, Yuuta por su parte, solo estaba mirándolo con el ceño fruncido, Syusuke solo sonreía complacido, su familia era tan predecible algunas veces.

Con esa sonrisa eterna, cenó para subir a su recamara y dejar la maleta donde siempre y sentarse en su cama pulcramente arreglada, con su rostro en dirección a sus cactus, y sus ojos cerrados, seguía pensando en Tezuka, la primera vez que habían estado juntos en la intimidad.

-FLASH BACK-

Esa tarde, el Capitán había dado por terminadas las practicas más temprano que de costumbre y es que el día siguiente seria descanso completo por que las clases se habían suspendido.

Tezuka había decidido darles desde hoy el descanso para volver con un entrenamiento especial hecho por Inui que estaría encantado, seguramente.

-Es extraño que termines los entrenamientos tan pronto... –dijo la voz dulce y cariñosa del castaño de ojos azules mientras caminaba al lado de Tezuka.

-Merecen un descanso...

-Dirás, Merecemos... –corrigió con su sonrisa mientras tomaba la mano de Tezuka y este se giraba a verle, regalándole de esas esporádicas sonrisas.

Caminaron lentamente hasta la casa del prodigio y en la puerta, se detuvieron para verse a los ojos, el castaño más bajo, le rodeo el cuello con los brazos, exigiendo un beso demandante mientras que el de ojos avellana le rodeaba la cintura posesivamente y le regalaba aquello que era exigido.

Cuando el beso se rompió y ambos estaban algo sonrojados, Syusuke abrió los ojos y sonrió de forma extraña, Tezuka le miraba atento.

-No hay nadie en casa, y no llegarán hasta mañana en la tarde... quédate a dormir conmigo... –

Tezuka le apretó de las caderas, desde hace tiempo que buscaba la forma de estar con Syusuke a solas, quería tener una sesión de mimos con su actual novio, tenia esos deseos de sentir todo el cariño que le podía regalar aquel chico de ojos profundos.

Suspiró para cerrar sus ojos detrás de los cristales y le soltó para ver su reloj de pulso.

-Si me das permiso de hablar a casa, no traigo crédito en mi móvil... –pidió de manera elegante, serio, como solía ser siempre.

Syusuke le sonrió con los ojos cerrados para tomarle de la muñeca y entrar a la casa, encendiendo las luces para que hubiera algo de iluminación en el lugar, le dirigió al teléfono mientras entraba a la cocina para preparar algo para cenar ambos.

-Mamá, soy Kunimitsu... si, nos dejaron un trabajo en la escuela y lo voy a hacer con Fuji... si, hablaba a eso... no te preocupes, mañana no tenemos clases... si, mañana llego en la tarde... no te preocupes... nos vemos-

Cuando colgó el teléfono, sintió unos brazos que lo rodearon con cariño y unos labios que se posaron en su mejilla.

-Tu nunca mientes... me sorprendes... –susurro con suavidad

-Digamos que tiene parte de la verdad...- susurro suavecito para jalarlo sobre el sillón y hacer que cayera en sus piernas y rodearlo con sus brazos.

-Hm tendrás que explicármelo... –dijo de forma burlona para escuchar el famoso ruido del Microondas que acababa de anunciar que el alimento estaba listo.

Syusuke, no queriendo, se levanto de su cómoda posición para ir a la cocina y sacar la cena del aparato y servirlo en dos platos.

-Ven a cenar...-anuncio con esa característica sonrisa para ver a su novio acercarse, robarle un beso rápido y sentarse.

Syusuke, feliz, le imitó.

La cena paso entre risas y mimos de parte de cada uno, en realidad parecía que ambos se divertían mucho, se sentían tan bien el uno con el otro, tanto Tezuka como Syusuke se sentían en el paraíso.

La cena se termino mientras que Syusuke se levantaba a llevar los platos a la cocina, limpiarlos y arreglarlos mientras Tezuka, aferrado a querer ayudarle, levantaba lo que quedaba de la mesa, cuando se metió a la cocina, se quedo en el umbral de la puerta y se le quedo mirando.

Syusuke con la camisa arremangada en los brazos lavando los paltos, sonrió sutilmente para acercarse y abrazarlo por detrás besándole el oído, haciendo que el castaño de ojos azules se sobresaltara y se estremeciera de pies a cabeza.

El castaño menor, cerro el grifo del agua y se sacudió las manos, para tomar un trapo de por ahí y secarse ambas extremidades, aun sin ser soltado por el otro castaño que ahora estaba rozando con sus labios la parte de su nuca.

Syusuke sonrió.

-Me haces cosquillas... –dijo suavemente entre un estremecimiento.

-No pude evitarlo... te veías tan hermosamente tentador... –

El comentario hizo que el prodigio sonriera aun más abiertamente mientras que se recargaba en el pecho fuerte de su pareja, acariciándole las manos, disfrutando de ahora los besitos cortos y suaves en su cuello.

El Castaño mayor, al ver que su amante ya había terminado con hacer sus cosas, le giro para tomarle de las caderas fuertemente, acorralarlo contra la pared cercana y comenzar con un beso por demás apasionado, prácticamente Syusuke creía que quería devorarlo, y la verdad, le gustaba la idea.

Le rodeo el cuello con ambos brazos para dejar que Tezuka se acercara más a él y de forma inconsciente, las manos de ambos comenzaron a tomar vida propia dentro de la misma pasión y entrega que tenían, que sentían.

No se dieron cuenta, cuando comenzaron a caminar así de juntos por la casa, ni cuando la ropa desaparecía mientras avanzaban por la casa en busca de la habitación del prodigio, ni siquiera cuando cayeron en la cama de Syusuke ya desnudos, envueltos únicamente con las caricias del otro, sintiendo que todo el mundo desaparecía con el roce de sus pieles.

Toda la noche la pasaron así, debajo de las sabanas blancas de la cama del prodigio, desnudos, besándose, acariciándose, siendo uno tantas veces que terminaron exhaustos de tanta pasión para quedar abrazados el uno con el otro, aun sin ropa y con el calor del cuerpo ajeno.

-FIN DE FLASH BACK-

Se dejó caer hacia atrás en esa misma cama y acaricio con sus manos la tela de la colcha que adornaba su cama, la misma que tenia aquella vez que Tezuka paso toda la noche a su lado.

Sonrió suavemente.

-Es hora de seguir... –dijo levantando una mano y sacando su móvil del bolsillo para marcar un numero.

Esperando unos cuantos segundos, en la otra línea se escuchó una voz varonil, completamente gruesa, abrumadoramente seria que a él lo hizo sonreír, sabia que por más que quisiera, jamás lograría realmente odiarlo, simplemente que esta venganza era para hacer notar algunas cosas.

Solo eso...

-Buenas tardes Tezuka –saludó alegremente.

-Hola, Syusuke... me extraña que me llames...

-Pues no tanto, tengo que salir al centro comercial y tengo ganas de verte, me acompañas?

-Nos vemos ahí en veinte minutos, en la entrada sur.

-Como siempre tan directo... nos vemos ahí...- colgó sin más.

Tezuka, del otro lado de la línea se había quedado pensando, en realidad no le extrañaba que Syusuke le invitara a salir, en realidad eso pasaba muy a menudo desde que son una pareja, ya que él mismo no se atrevía a invitarlo por su propia cuenta.

El por que, jamás se lo ha cuestionado y mucho menos respondido, en realidad poco le importaba encontrar esa respuesta.

Se levantó de su escritorio, dejando el libro de Álgebra en la superficie de madera, se acercó lentamente a su armario, solo se colocaría una chamarra y una bufanda, ya que afuera hacia algo de frío, después de eso, se compondría el cabello y estaría listo.

Nada fuera de lo común, nada iría a pasar de especial.

Mientras que en la casa de los Fuji, Syusuke se estaba preparando, cambio completo de ropa, pantalones negros de vestir con una camisa de color hueso semiabierta del pecho con una chamarra de cuero negra también, una bufanda blanca y un par de guantes negros.

Al bajar a la sala y tomar sus llaves, su madre le detuvo.

-¿A dónde tan arreglado?

-Voy al centro comercial, quedé con alguien, ¿quieres que te traiga algo?

-No, solo que... puedes llevarte a Yuuta?- el semblante del ojiazul se aserio un poco para suspirar y después volver a sonreír.

-Dile que se de prisa que voy retrasado.-

Su madre sonrió complacida mientras que caminaba escaleras arriba, el castaño de la sonrisa eterna, se giró a ver la ventana cerca de la puerta, afuera parecía no hacer mucho frío, pero las cosas engañan.

Las apariencias son tan mentirosas, y eso lo descubriría con Tezuka, y cada día, cada momento, cada instante que pasaba con él, refutaba aquella idea, las apariencias, hasta las miradas suelen ser engañosas, o por lo menos eso fue lo que Tezuka le enseñara alguna vez.

-Aniki?

-Si, lo siento, estaba pensando... vamonos... –lo tomó de la muñeca y sonriente salió corriendo de la casa.

A pesar de los gritos de Yuuta por que se detuviera o mínimo bajara la velocidad, Syusuke parecía acelerar, estaba retrasado por diez minutos, gracias a que había esperado a que su hermano se arreglara, no iba muy formal el ojigris, pero su ropa no lo hacia ver menos atractivo de lo que era.

Traía un pantalón kaki, unos tenis cafés claro y una camiseta de color blanca, una chamarra kaki también y una bufanda blanca, con un par de guantes blancos también, la indumentaria hacia resaltar sus hermosos ojos grises a cualquiera que le viera.

Al llegar a la puerta sur, Syusuke se detuvo para ver hacia ambos lados, Tezuka al parecer no aparecía, y eso le extrañó, por mucho que Tezuka llegara tarde, jamás llegaría tanto, y siempre le esperaría a más tardar una media hora, era imposible, aunque se dio cuenta de algo.

Comenzaba a nevar.

Lo más común era que se hubiera metido ya, y así era, Tezuka se encontraba frente a un aparador mirando aparatos electrónicos y algunos aditamentos para Computadoras, con sus manos en los bolsillos, su porte elegante, era el centro de atención de varias personas, en especial de las chicas que pasaban y se iban o sonrojadas o completamente cuchicheando de lo guapo que era.

Agradecía que fuera tímidas al grado de no acercársele, o habría un homicidio con violencia.

Al llegar a su lado, le tomo del brazo y le hizo girar, Tezuka se le quedo mirando directamente a su rostro sonriente, y aunque sus ojos permanecían cerrados como era costumbre, sus ojos chocolate, lograban ver más allá a través de sus lentes, podía ver aquel enojo, aquella ira.

Cuando iba a decir una sola palabra, otra voz se le interpuso, distrayéndole.

-Buenas tardes, Tezuka-san.

-Buenas tardes Yuuta –

Saludando cortésmente al hermano menor de su pareja, cerró los ojos y giró de nuevo a la vitrina sintiendo un pequeño jalón de parte de Syusuke que ahora traía los ojos abiertos en forma de suplica, y después de un instante de perderse en esos océanos, se dirigieron a caminar por el lugar.

Vitrinas de todo, peluches, dulces, aparatos, ropa, maquillaje... había de todo, y todo eso los iba deleitando tan suavemente que les hacia sentir la estancia placentera, por lo menos a Syusuke así le parecía, estaba con las dos personas que más adoraba en este mundo, y se sentía en el paraíso.

Al grado que estaba olvidando su pequeño plan.

El juego de Syusuke consistía en un estira y afloja, algo nuevo para la relación que tenia con Tezuka, digamos que hacer un circulo vicioso de donde ninguno de los dos pudiera escapar, claro que estaba arriesgando mucho, pero sabia que ganaría mucho.

Conocía a Tezuka lo suficiente como para hacerlo caer en su juego, de hecho, en esta primera vuelta del circulo, el castaño de lentes había caído perfectamente, tanto que le asustaba que todo se estuviera haciendo como eran sus deseos, era escalofriantemente perfecto.

Aun con la presencia de Yuuta.

Pasaron a la cafetería y los tres se sentaron en una mesa algo retirada, Yuuta enfrente de la feliz pareja, sin siquiera saber que estaban juntos de otra forma que no fueran jugadores del mismo equipo, aunque en la actitud de su hermano se notaba algo extraño.

Algo... algo sentía, una especie de angustia que le incomodaba, le hacia sentirse... vació.

Ignorando completamente este sentir, se concentró en beber su café con leche caliente y a comer delicadamente un cuerno de dulce que se le había encargado, Syusuke por su parte comía una concha y Tezuka una dona de chocolate.

El pequeño aperitivo dulce y caliente para el ambiente, le hizo tener a Tezuka una gran idea: Ir al Cine.

Este se encontraba hasta la parte alta de la plaza comercial, así que incitó a ambos a subir, tenia que ir al cine con ellos dos, seria perfecto, aunque cada vez estaba mucho mejor.

Al llegar a la planta alta, en la fila de boletos, se encontraban Eiji y Oishi, estaban esperando su turno para pedir los boletos, seguramente tenían una cita, una de esas tantas que Eiji le contaba a Syusuke en sus noches de secreto, escondidos debajo de la cama del prodigio.

Esas que siempre terminaban siendo el deleite de el castaño de ojos azules, ya que terminaba asustando al pobre pelirrojo, tanto que tenia que arrullarlo para que lograra dormir.

-Syu-chan!- Gritó el pelirrojo para mover su mano mientras que advertía a su compañero de los demás.

-Hola Eiji, Hola Oishi, ¿qué película verán?

-Hola Fuji... –saludó el ojiverde y después dio una mirada de soslayo hacia Tezuka, desviándola de inmediato, cosa que no pasó desapercibida del chico de lentes.

-Veremos una de terror... buajajajaja

-Entonces entraremos con ustedes... –Syusuke sonrió haciendo que tanto Tezuka como Eiji le vieran realmente asustados.

Si bien conocían los raros y extraños gustos del castaño, no querían experimentarlos en carne propia, aunque Yuuta solo cerró los ojos y Oishi suspiro con nerviosismo.

Las entradas se compraron, los cinco entraron a la sala tranquilamente, o por lo menos eso intentaba Oishi al calmar a Eiji que estaba saltando de un lado a otro, Yuuta solo los miraba y no pudo reprimir una sonrisa suave, tanto que no se notó, nadie la vio, Syusuke iba de la mano con Tezuka discretamente.

Se sentaron en la parte media de la sala, donde la pantalla enorme se veía mejor.

El rodaje comenzó, de entre saltos y gritos ahogados de Eiji, gemidos de dolor de Oishi por que el pelirrojo se aferraba a él, Tezuka saltando de vez en cuando y Syusuke sonriendo tranquilamente, Yuuta comiendo con calma sus refrigerios.

Definitivamente había sido una película para olvidar de inmediato, palabras de Eiji justo después de salir de la sala, Oishi sonrió ante el comentario mientras abrazaba a su pelirrojo hiperactivo y lo calmaba, Tezuka suspiraba suavemente, ya que el final no fue muy alentador mientras que Syusuke estaba platicando con Yuuta acerca de la película, ninguno de los dos se veía afectado en lo más mínimo.

-Yo no sé como soportas los gustos de tu Aniki!

-Ya es costumbre... –dijo con desgano Yuuta mientras terminaba con unas cuantas palomitas de mantequilla.

-Yo no me puedo acostumbrar y eso que cada fi9n de semana voy!

-Calma Eiji, que eso no fue nada, apuesto que la segunda parte que le saquen será mucho mejor... –aseguró Syusuke, ganándose las miradas de Tezuka, Eiji y Oishi, mientras Yuuta caminaba hacia el barandal.

El ojigris se asomo cuidadosamente, apoyándose en el enorme tubo de aluminio, parecía que el panorama de abajo le llamaba la atención, y es que había un hermoso osito de peluche del color de sus ojos con tonalidades moradas, las cuales le hicieron recordar completamente a su entrenador: Hajime Mizuki.

Sonrió de nuevo suavemente, imperceptiblemente cuando de pronto, sintió un peso detrás de él, haciendo que sus manos se resbalaran del barandal y su cuerpo se deslizara por el metálico tubo no logrando detenerse hasta que la loseta de la plata baja lo hizo de la forma brusca.

-¡¡YUUTAA!!

El grito se extendió por toda la plaza principal, unos ojos azul océano se asomaban por el barandal hacia abajo, siguiendo la ruta que el castaño de ojos grises siguiera en su caída, viendo la escena más tétrica de toda su vida, y la peor... la que jamás nunca podría disfrutar.

Su hermano, su pequeño hermano estaba tendido sobre la loseta blanca y pulida en un charco enorme de sangre, no se movía, y la gente no se acercaba, su corazón estaba destrozado al igual que el rostro del que fuera su hermano menor.

Oishi estaba tratando de jalar a Tezuka que se había resbalado con el suelo, chocado con una señora que le hizo empujar al mismo tiempo a Yuuta, al intentar alcanzarlo también se había resbalado pero se sostuvo por el cristal que quedaba semiabierto.

El pelirrojo estaba con los ojos abiertos, no podía creerlo y corrió detrás de Syusuke, intentando calmarlo y calmarse a si mismo, las escaleras de caracol eran eternas o eso creyeron sus ojos azules profundos y al llegar al final, corrió detrás de su mejor amigo.

Syusuke solo logro llegar corriendo a tomar el cuerpo de Yuuta, no tenia pulso, no tenia respiración y su cuerpo estaba comenzando a ponerse frío, la frente estaba destrizada por el mármol y sangraba mucho.

Eiji al ver la escena, solo logro desviar la mirada y taparse la boca en son de asco y de repulsión, después cayo de rodillas e intentó acercarse a gatas.

-NO LO TOQUES!

La voz desencajada de Syusuke le hizo retroceder asustado y se tapo los oídos, sus ojos se abrieron de par a par, y aunque sus lagrimas corrían libremente, no se escuchaban gemidos de su garganta.

Oishi y Tezuka llegaron corriendo, el primero tomo al pelirrojo entre sus manos y lo abrazo, no encontró resistencia pero tampoco aceptación, Eiji no quería reaccionar, Tezuka por su parte se acercó a Syusuke y recibiendo a los paramédicos que ya habían llegado, apartó al castaño de ojos azules a la fuerza ya que no quería que nadie tocara a su hermano.

Lo abrazó fuertemente y le beso los cabellos, el paramédico informó a donde lo iban a llevar, así que Tezuka sacó su teléfono móvil y llamó a la casa de Syusuke, dando la noticia sin muchos detalles e informó del paradero de Yuuta mientras que tomaba un taxi y se llevaba a Syusuke.

Oishi hizo lo mismo pero se llevo al pelirrojo a su casa.

Posted by Algodón de Azucar @ 2:49 PM
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